Ante los ojos del público era un grupo más de monocucos alocados al son de un grupo de millo. Lo integraban 25 personas, hombres y mujeres que con pocas opciones de elección le pusieron el pecho a la guerra que ha azotado las espaldas de miles de colombianos hace más de 50 años.
El nombre de esta comparsa de tradición, que ayer desfiló en la Gran Parada, es ‘Firmado: el carnaval es paz’. Sin duda, un título muy diciente del objetivo que buscan sus promotores, entre los que se encuentran la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), la Alcaldía de Barranquilla y de Soledad, la Gobernación del Atlántico y el Área Metropolitana.
'Hemos querido apoyar esta iniciativa, que cumple tres años participando ininterrumpidamente en el desfile de la Gran Parada, porque en ese tiempo solo bailaban los reintegrados, los victimarios. Este año logramos integrar a las víctimas y personas en proceso de reintegración (...) El carnaval genera estos espacios de convivencia y reconciliación', explicó Natalia Rueda, coordinadora de víctimas del municipio de Soledad.
En el mismo sentido se manifestó Andrés E. Echeverría, coordinador de la (ACR) en el Atlántico. 'Mientras haya voluntad y se crea en el tema de la construcción de paz y reconciliación, se pueden hacer posibles estos espacios', dijo el funcionario.
Tristeza que se vuelve alegría
Gloria Arias y Leonardo Vidal fueron dos de los participantes de ‘Firmado: el carnaval es paz’.
Gloria fue víctima del accionar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en el municipio de Tierralta, Córdoba. Leonardo perteneció a ese grupo al margen de la ley en el departamento de Santander. Ambos se despojaron ayer del pasado que marcó sus vidas y bailaron por la Vía 40.
Antes de comenzar el recorrido cada uno contó su historia, sin tapujos, demostrando una tremenda fortaleza anímica.
Gloria sufrió el embate de las AUC en Córdoba. Un día del mes de septiembre, en el 2000, miembros de ese grupo llegaron a la finca donde trabajaba con su esposo y vivía con sus 4 hijos.
'Ese día hubo una masacre, fueron cosas muy feas, sufrí una violación y a mi compañero –que ha estado conmigo en las buenas y las malas– casi lo matan', recuerda esta madre cordobesa, repito, con una tremenda fortaleza. Hoy, Gloria está superando las heridas que quedaron en su mente, está a punto de montar un negocio de comidas rápidas. 'Por ningún motivo, ni por todo el oro del mundo, regresaría a Tierralta', teme que sus hijos sufran lo que ella vivió.
Por su parte, Leonardo estuvo durante siete años en las AUC, operaba en una zona de donde es oriundo – Simacota, Santander–.
'Cometí un error en mi vida, pero Dios es muy grande y se me abrieron las puertas con la desmovilización (...)Lo que hoy estamos haciendo es una muestra que se le debe dar a conocer al mundo, sí se puede conseguir la paz y el Carnaval de Barranquilla es el mejor ejemplo'.
Los dos se gozaron el desfile, de la mano, gritando 'uepa' reconciliándose con ellos mismos disfrazados de monocucos recocheros.
Trabajo de la ACR
La Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) es una entidad adscrita a la Presidencia de la República, que está encargada de coordinar, y ejecutar –con otras entidades públicas y privadas– la Ruta de Reintegración de las personas desmovilizadas de los grupos armados al margen de la ley. En el Atlántico, según datos entregados por la entidad, hasta el 2015 había 423 personas en proceso de reintegración y 411 lo culminaron. Un 79% de reintegrados pertenecieron a las AUC.