Despojada de sus atuendos carnavaleros, la reina del carnaval 2016, Marcela García Caballero, llegó ayer a la ceremonia de 10 a.m. de la iglesia San Roque, para que se le fuera impuesta la santa cruz de ceniza en la frente.
Este acto, con el que la soberana le pone fin a su ‘Gozadera’, se dio en medio de una ceremonia de 40 minutos, presidida por monseñor Jairo Jaramillo, quien dio la bienvenida a la época de la Cuaresma. Al culminar la eucaristía, Marcela se acercó al altar y recibió la señal que por tradición reposa en la frente de los barranquilleros cada Miércoles de Ceniza.
Luego de esta misa, la soberana recibió a EL HERALDO en su casa para hablar sobre lo que aconteció en su carnaval.
¿Cuál fue el momento más duro del reinado?
Cuando un día me desperté y vi todos esos comentarios negativos. Eso fue duro, me hizo sentir insegura, pero también me dio fuerzas para no desfallecer.
¿Hubo algo que rescatara de esos comentarios?
El bullying fue lo mejor que me pudo pasar a mí. Esos comentarios hicieron que la mirada de todo el mundo se volcara hacia Barranquilla y el Carnaval, porque no era solamente la gente de aquí, personas de otras partes también comentaban. Todos estaban a la expectativa sobre qué era lo que pasaba.
¿Por qué dedice generar cambios y ser una reina ‘diferente’?
Hay gente que todavía cree que la reina debe ser una figura lejana al pueblo. Pero si tú ves, actualmente la monarquía está cerca a su gente por medio de las redes sociales. Y así debe darse en la monarquía carnavalera, las reinas debemos ser más cercanas al pueblo. Y estoy feliz porque, más allá de las aptitudes para el baile, la gente conoció lo que yo quería hacer, resaltar la tradición del carnaval a través del contacto con el pueblo.
¿Continúa recibiendo felicitaciones por el disfraz de pavo real?
Ese pavo real destronó hasta mi vestido de coronación, pasó desapercibido. La gente fue a la Gran Parada de Comparsas para ver al pavo. Realmente hay que aplaudir el talento barranquillero.
Sus seguidores le piden que le preste el disfraz a Andrea Tovar, señorita Colombia. ¿Lo hará?
¡Claro que sí! Ella es mi amiga por Alfredo Barraza. Pero le toca hacer otro body porque yo soy muy enana (risas).
¿Qué fue lo más especial de su carnaval?
Lo más lindo de todo es cuando la gente te llama por tu nombre. Al comienzo todo el mundo es: 'reina, reina'. Pero cuando escuchas 'Marcela, Marce', te cambia la vida; porque ahí es cuando uno dice: algo hice bien para que esta persona me recordara.
¿Qué proyectos vienen ahora para Marcela?
Lo único que sé es que estoy oficialmente desempleada (risas). Pero soy graduada de Comunicación Social, con énfasis en Periodismo, así que espero trabajar en la prensa, televisión o radio.
Su casa, llena de detalles
Marcela ha recibido infinidad de regalos de seguidores y familiares. Uno de ellos es un cuadro en el que está impreso el artículo de EL HERALDO en el que declaró que, al que no le gustara cómo era, se mordiera el codo.