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La ‘máquina’ principal que pone en marcha el viaje futurista del Túnel de la ciencia Max Planck no es el sofisticado sistema informático con el que pueden modificar el contenido de las pantallas desde Alemania; mucho menos las 30 toneladas de artefactos tecnológicos que viajan alrededor del mundo. El verdadero motor de la exposición científica que visita Barranquilla es el engranaje de equipos humanos que se unen para hacerla funcionar.

Por estos días, en el recinto temporal de 1.200 metros, que ya está en pie frente a la Plaza de la Paz, se pueden observar siete alemanes entrando y saliendo de la estructura que contendrá la muestra. Adentro prueban los sistemas eléctricos, mueven piezas y ensamblan módulos.

Bertfried Wetzel es quien lidera el grupo de la compañía Arquímedes, la encargada de poner a funcionar todo el andamiaje tecnológico que mostrará al público cómo será la vida 30 años en el futuro.

'Son aproximadamente 750 horas de contenido distribuidos en todos los elementos multimedia de la exposición como iPads, cámaras de temperaturas, entre otros', comenta, mientras mira el avance del montaje en el que se ven las bases de los módulos plateados que destacan del fondo negro.

Para ellos, con electricidad e internet se pone en marcha todo el sistema multimedia creado desde la compañía que tiene sede en Berlín. Desde esas oficinas alemanas pueden monitorear la exposición, apagar las pantallas y programar los videos, porque ellos mismos producen, diseñan y organizan los contenidos generados desde la Sociedad Max Planck. Sus productores viajan a cada sitio donde se presenta el Túnel para instalarlo.

'Max Planck define los experimentos que quieren mostrar, cómo funcionan, y luego Arquímedes hace propuestas de los diseños tecnológicos. El proceso de esta tercera versión demoró un año', explica Wetzet.

Fabian Astor es otros de los alemanes, el único que habla español del grupo. Dice, con la frente roja del calor de mediodía, que el clima no ha sido un obstáculo. 'En Alemania estamos en 7 grados', dice entre risas. 'Nos sentimos bien con el equipo de Barranquilla. Si nos falta algo o hay algún problema se soluciona rápido, la experiencia en otros países no es igual'.

El montaje de los artefactos, luces, la configuración del sistema informático es responsabilidad de los siete alemanes que llevan cuatro días de trabajo continuo hasta el 11 de marzo, día en que se abre el Túnel a la ciudad.

El ‘engranaje’ local

La meta es movilizar más de 200 mil personas a un espectáculo científico. Para este fin, las piezas empezaron a encajarse en diciembre de 2015, cuando se unieron la Universidad del Norte, la Alcaldía de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y Colciencias para traer este museo viajero de tercera generación a la ciudad.

'En diciembre del año pasado, y a través del consejo directivo de la Universidad, recibimos la solicitud de Max Planck para realizar la exposición en Barranquilla. De inmediato inició el proceso para llevar a cabo el proyecto.' Así lo cuenta Guillermo Manjarrés, Director de Unidades de Servicio y Logística Empresarial de la Universidad del Norte y quien coordina el montaje de la exposición.

A la iniciativa se sumó el gobernador Eduardo Verano, quien no tuvo dudas sobre los beneficios que tendrá un evento de esta magnitud en los estudiantes de los municipios del Atlántico. Camilo Cepeda Tarud, secretario de Informática y Telecomunicaciones de la Gobernación, cuenta que ya está preparando la logística para trasladar paulatinamente a los estudiantes. 'Esperamos impactar a más de 30 mil niños de las instituciones educativas. Sabemos que el impacto será grande y trabajamos para que puedan disfrutar y aprender de la experiencia'.

Por su parte, Karen Abudinén, secretaria de Educación Distrital, comenta que desde la Alcaldía están dispuestos a apoyar las iniciativas que generen aprendizaje en los jóvenes. 'Esta exposición multimedia es importante porque no solo es llevar a los niños a verla; este acercamiento les dará otra visión sobre el desarrollo de la ciencia'.

Abudinén destaca la alianza de la academia y los entes públicos en pro de un proceso educativo. 'El alcalde Alejandro Char tiene claro que la calidad educativa también tiene que ver con darles oportunidades diferentes a nuestros estudiantes', señala.

Jesús Ferro, rector de la Universidad del Norte, expresa que la meta es llevar a la mayor cantidad de gente, niños y jóvenes a esta exposición. 'Que el conocimiento sea realmente público, que la ciencia esté al alcance de la gente, y que sea divulgada en forma tal que las personas encuentren la ciencia amigable. Queremos sembrar esa motivación por la ciencia en los niños'.

Colciencias también hace parte de este engranaje institucional que le apuesta a esta iniciativa. La directora de la entidad, Yaneth Giha, expresa que a través de esta iniciativa se logrará sensibilizar al público en general sobre el la apropiación y la utilidad de la ciencia y tecnología como una herramienta poderosa que transforma realidades.

'Con este espacio tenemos la oportunidad de generar ambientes propicios para la promoción del conocimiento científico, el aprendizaje constante y el diálogo alrededor de la ciencia y la tecnología en la sociedad'.

Los alemanes continúan trabajando contrarreloj, las instituciones coordinando la logística para movilizar a la ciudadanía a una cita única con la ciencia. Este es el equipo humano que integra maquinaria nacional e internacional, el corazón que mueve el viaje científico y futurista que abrirá sus puertas en Barranquilla el próximo 11 de marzo.

Firma protocolaria

Este viernes, en la Plaza de la Paz, se realizará la firma protocolaria del proyecto del Túnel de la Ciencia Max Planck. En el evento, que se inicia a las 11 a.m., estarán presentes el rector de Uninorte, Jesús Ferro Bayona; el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char.