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Más allá de una cinta basada en caos, destrucción y dos bandos enemigos, Mad Max: Furia en el camino busca exponer las consecuencias de una sociedad abusiva con la naturaleza y permisiva en cuanto a desigualdad de género.

El director australiano George Miller, reconocido por la creación de la saga post-apocalíptica Mad Max, regresó a Hollywood, después de 30 años, con una película que demostró que el personaje y la historia aún tenían mucho por dar, y que estos podían adaptarse a las exigencias de las nuevas generaciones.

Furia en el camino, la última entrega de la serie, representa la idea de un orden socio-político fallido. La secuela continúa con el trasfondo político de las cintas anteriores y trae consigo un mensaje implícito sobre lo que podría suceder en la Tierra tras su destrucción, y los problemas que enfrentarían los sobrevivientes en un nuevo mundo sin un modelo social existente, donde escasea el agua gracias al mal uso que le dieron sus antepasados a este recurso no renovable.

Asimismo, hace una crítica a aquellos regímenes políticos donde existe un evidente patriarcado y se minimiza el papel de la mujer, permitiendo a los hombres tener varias esposas, además de una gran cantidad de súbditos capaces de hacer cualquier cosa por él.

Es una película que, si se mira en retrospectiva, no se aleja del todo de la realidad. Los países potencia en constante disputa por el manejo de recursos como el agua o el petróleo, el drástico cambio climático causado por la irresponsabilidad del hombre y la lucha feminista por un mundo incluyente son algunos de los temas que más reclaman atención en la actualidad.

Este largometraje dominó la 88 edición de los pasados premios de la Academia, y logró llevarse seis de las 24 estatuillas, aunque todas en categorías técnicas. La cinta ganó los Óscar a mejor vestuario, diseño de producción, maquillaje, montaje, edición de sonido y mezcla de sonido.

Análisis de los premios

Cualquier cosa podía pasar en la carrera de Miller después del estreno de esta película. Se estaba enfrentando a una nueva generación de espectadores a la que podía o no gustarles la puesta en escena.

'Mad Max supone algo muy curioso, y es el hecho de que George Miller como director se reencauchara, se devolviera a sí mismo a un punto que había marcado un hito en su carrera filmográfica: aquella película memorable protagonizada por Mel Gibson, y que diera a esta cinta el espíritu que tuvo inicialmente, pero adherido a las nuevas tecnologías', explicó Julio Lara, cinéfilo y jefe de prensa de la Cinemateca del Caribe.

En este sentido, el hecho de que esta película surrealista de tendencia pos-apocalíptica haya ganado seis premios en categorías técnicas, como diseño de producción o maquillaje, resalta el trabajo tecnológico y estético realizado por expertos, que a fin de cuentas fueron los responsables –dirigidos por el australiano– del auge del filme.

'La propuesta de Miller pudo haber sido una simple obra distópica de ciencia ficción sobre temas post apocalípticos. Sin embargo, se engalanó con una cantidad de destrezas que pusieron la estética al servicio de la narrativa', comentó el especialista.

'Y ese es el mérito de Miller y su equipo de expertos, quienes lograron elaborar una confección dramatúrgica única con personajes ya conocidos, pero que fueron reforzados por una puesta en escena cuidadosa creada por los efectos ofrecidos por el sonido, el maquillaje, el vestuario, el montaje y la producción', añadió Lara.

Efectos reales

Por otro lado, a diferencia de la gran mayoría de películas de ciencia ficción de la actualidad, Mad Max no se apoyó completamente en efectos gráficos para su realización. La imagen generada por computadora se usó principalmente para destacar el paisaje del desierto de Namibia o para eliminar de las escenas el equipo acrobático. Esta 'falta' de efectos especiales y la predominancia de la realidad se podría decir que fue la premiada en la noche de los Óscar.

'El diseño de producción es potenciado por el balance adquirido al mezclar vehículos, explosiones, efectos y escenarios reales con el uso austero de gráficos por computador, evitando la tendencia de creación digital casi total', argumentó Yamil Cure, director de Uni5TV.

'El toque de realidad producido por los monstruosos carros y los magníficos escenarios desérticos no pudieron ser superados por la computadora. A pesar de ser ciencia ficción, los realizadores evitaron romper las leyes de la física en el universo de esta película. Nadie vuela, por ejemplo', continuó.

Asimismo, el experto resaltó el trabajo realizado en el diseño y mezcla de sonido de la cinta. Cure aseguró que los especialistas en estos campos se encargaron de generar un producto balanceado que no fatiga el oído del espectador, sin dejar de lado la parte creativa.

Curiosidades de la película

• Ha sido la entrega más exitosa de la serie, recolectando hasta el momento $377 millones de dólares.

• Para crear el vestuario, la diseñadora Jenny Beavan imaginó que las ropas de los personajes estarían decoradas con objetos ordinarios que ya no serían útiles, como partes de coches, utensilios de cocina o simplemente basura.

• Estilistas y peluqueros tuvieron que maquillar cerca de 150 actores por día. Los expertos tenían tabletas a la mano para ver las imágenes del maquillaje y peinado, y así que los artistas lucieran exactamente igual cada día.