Mientras una multitud de personas se peleaban por entrar a una función de circo que se realizaba en un parque de diversiones al inicio de la cinta The ring, de Alfred Hitchcock, la entrada del Amira de la Rosa se veía atiborrada de cientos de personas que esperaban entrar al lugar para presenciar la apertura de la cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Barranquilla (Ficbaq).
Con la sala totalmente llena y otros cinéfilos aún afuera, ayer fue la primera vez que el Ficbaq abrió una de sus ediciones con una muestra de cine internacional. Lo hizo con una de las obras mudas del destacado cineasta británico que se han logrado restaurar.
El director del evento, Giuliano Cavalli, le dio la bienvenida al público con unas palabras de agradecimiento por la asistencia masiva alFestival. Un mar de aplausos fue la respuesta a su discurso, en el que terminó asegurando que 'necesitamos espacios más grandes para el Ficbaq y los vamos a conquistar'. Al inicio de la esperada función, la película del maestro del cine a blanco y negro fue armonizada por un piano y una batería ejecutados en vivo.
La batería de Einar Escaf ambientó la cinta. El dueto de jazz, conformado por el baterista Einar Escaf y el pianista Leonardo Donado acompañaban cada una de las escenas del filme, en el que una mujer se debatía entre el amor de dos hombres que luchaban por conquistar su corazón.
La batería intensificaba la intención de cada capítulo de la historia, y el piano creaba un pintoresco escenario entre los personajes y los espectadores.
La respuesta del público fue grata para la función; sus risas y asombros al compás de los instrumentos demostraron que esta nueva apuesta del festival internacional naciente en Barranquilla funcionó.