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Uno de los exponentes más representativos del cine de misterio e intriga fue –y es– el cineasta Alfred Hitchcock, quien utilizó las técnicas cinematográficas para producir películas que generaran en el espectador tensión y suspenso de principio a fin de la proyección.

El británico, también conocido como el ‘Maestro del suspenso’, nació el 13 de agosto de 1899 en Leytonstone, una población cercana al frío Londres de personajes ficticios y reales como Sherlock Holmes y Jack el Destripador.

Hitchcock fue precursor de muchas de las técnicas que caracterizan al género del suspenso psicológico, y es reconocido por una carrera filmográfica de más de 50 años configurada bajo un estilo excepcional y distintivo.

El director inglés acostumbraba a crear escenas que provocaran miedo o ansiedad, y su narrativa a menudo estaba protagonizada por tramas inquietantes que se desarrollaban en torno a la violencia, los asesinatos, el crimen, el psicoanálisis y la sexualidad.

Uno de los factores que más influyó en el desarrollo de su personalidad y de su profesión fue, sin duda, la crianza que recibió. Su padre, William Hitchcock, de carácter ordenado, disciplinado y austero, lo confinó desde muy temprana edad a una niñez y adolescencia rígida, excéntrica y solitaria, en la que el autoritarismo paternal era el pan de cada día.

Por su parte, el catolicismo riguroso y estricto de los colegios Jesuitas de la época también jugó un papel importante en la formación de Hitchcock, quien asistió durante varios años de su vida escolar a uno de ellos.

El también productor explicó en diversas ocasiones cómo la visión jesuita de la culpa, el perdón y los castigos le hicieron descubrir las bases más emocionantes del suspenso, y le enseñó cómo producir aquella sensación que aparece ante lo inminente, inesperado y fatídico.

Giuliano Cavalli, director del Festival Internacional de Cine de Barranquilla, que desde el jueves se desarrolla en homenaje a la obra del cineasta británico, explica que el suspenso de las cintas de Hitchcock se debe al 'montaje de las escenas, la escogencia de cada una dentro de la película, de tal manera que producía esa sensación'.

Además, el hecho de que sus filmes estuvieran basados –la mayoría– en literatura, le otorgaban un dominio tal del tema que le permitía clarificar las ideas para para hacer una 'sobreposición de imágenes' única, que en la actualidad son sustituidas por efectos especiales.

Su carrera

A los 17 años y tras comenzar sus estudios en ingeniería, Hitchcock ya era aficionado a las revistas sobre cine y a las películas de Chaplin, además de las intensas novelas góticas, terroríficas y detectivescas de Édgar Allan Poe, quien también vendría a representar una gran influencia en su vida.

En 1920, a los 21 años, aquel joven amante del cine leyó en una revista que una compañía cinematográfica estadounidense, llamada Famous Players-Lasky, iba a instalar unos estudios en Londres. El británico se presentó en las oficinas de la empresa con algunos bocetos de decoración para películas mudas que había diseñado, y de inmediato la compañía lo contrató como diseñador de rótulos y decorados.

En 1923, Hitchcock empezó a tener sus primeras experiencias verdaderas en el mundo del cine. Dirigió en compañía del actor, guionista y productor Seymour Hicks, el filme menor Siempre dile a tu esposa, y poco tiempo después colaboró en el rodaje de la película Mrs. Peabody, la cual no pudo ser terminada debido a la falta de presupuesto.

A finales de 1927 rodó The ring, el filme que lo convirtió en uno de los directores más cotizados de Inglaterra y con el cual empezó su camino hacia la fama internacional.

Tras una exitosa carrera en el cine británico en películas mudas y en las primeras sonoras, Hitchcock decidió probar suerte en Estados Unidos y se trasladó a Hollywood en 1939, donde comenzó a grabar su primer filme norteamericano, Rebecca.

Veinte años después, en 1960, el director europeo estrenó la que podría ser considerada como su obra maestra: Psicosis.

Alfred dirigió más de 50 películas a lo largo de seis décadas, las cuales se vieron caracterizadas por la unión inigualable de las historias con las imágenes impactantes.

En el 2007, el periódico The Daily Telegraph, de Londres, lo definió como 'el más grande cineasta nacido en estas islas. Sin Hitchcock el cine moderno habría sido completamente diferente'. Por su parte, la revista MovieMaker lo describió como el director más influyente de todos los tiempos y uno de los artistas más importantes del séptimo arte.

'El mayor aporte de Hitchcock fue llevar a la pantalla grande la perversión. Antes de él, nadie había explorado en el cine el lado perverso de la sexualidad. En Psicosis, tal vez su obra más célebre, se puede evidenciar en la manera en la que trata el complejo de Edipo que posee uno de los personajes', aseguró Julio Oyoga, director audiovisual de la productora Pimentón Rojo.

Aporte que ha trascendido a través de los años y que muchos otros directores se han encargado de mantener vigente por medio de sus producciones. 'Su contribución al cine sigue vigente gracias a su construcción del concepto de suspenso, gracias a la concepción de la narrativa y su grado sutil de manipulación del espectador', comentó Julio Lara, crítico de cine.

Rebecca, 1940

Fue su primera película rodada en Estados Unidos. Está basada en la novela homónima de la escritora británica Daphne du Maurier. Ganó dos Óscar: a la Mejor película y a la mejor fotografía en blanco y negro. El filme es sobre un aristócrata inglés llamado Maxim De Winter, quien perdió a su esposa Rebecca y conoce en Montecarlo a una joven humilde. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca.

La soga, 1948

La cinta es una adaptación de la obra de teatro escrita por Patrick Hamilton en 1929, y trata acerca de un par de jóvenes universitarios, quienes estrangulan a un amigo de la facultad con el fin de demostrar su superioridad y de comprobar las teorías de su profesor favorito. Los estudiantes escondieron el cádaver en la misma habitación, donde más tarde ofrecerían una cena para los familiares de la víctima y algunos amigos. El filme causó cierto escándalo en su tiempo, pues, aunque nunca se menciona explícitamente, deja entrever con claridad que los protagonistas son homosexuales.

Vértigo, 1958

La película trata sobre un detective retirado que sufre de acrofobia –miedo a las alturas– y vértigo, y que es contratado por un viejo amigo para que vigile discretamente a su esposa, quien dice estar poseída por el espíritu de su bisabuela muerta hace cien años, quien supuestamente quiere asesinarla. El detective intenta impedir un intento de suicidio, pero finalmente no puede evitar que la mujer se arroje desde la torre de un campanario y muera. La cinta fue nominada a dos premios Óscar. En 1996 se presentó una versión restaurada de la cinta.

Psicosis, 1960

El filme es un clásico del cine de suspenso y terror. La película se desarrolla principalmente en un solitario motel, donde se aloja una secretaria de una empresa inmobiliaria con su novio, quienes han huido con el dinero de la compañía. Una noche, mientras la secretaria toma una ducha, aparece una mujer con un cuchillo de cocina y la asesina. ‘Psicosis’ cambió para siempre la manera de hacer películas, dando un vuelco a la narrativa convencional de Hollywood al ofrecer una protagonista que moría a mitad de la trama.

Los pájaros, 1963

La película fue basada en el relato de la escritora Daphne Du Maurier. En esta entrega, Hitchcock una vez más convirtió algo inofensivo y rutinario, como los pájaros, en la materia prima del horror más irracional. Aquí, el Apocalipsis tenía la forma de una infinita bandada de aves que arrasaba un pueblo del Norte de California. En el filme, el comportamiento de los pájaros se hace cada vez más extraño, hasta llegar al punto en el que todo se vuelve un caos con explosiones y ataques por parte de las aves de la zona. La cinta finaliza con un auto moviéndose lentamente a lo largo de lo que parece un suelo cubierto de pájaros.