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Reino Unido, país europeo famoso por ser el hogar del asesino serial Jack el Destripador–que sin lugar a dudas inspiró gran parte de esta literatura–, es uno de los mayores representantes del género detectivesco.

Es por ello, que gran parte de la programación cultural de la Cátedra Europa ha estado dirigida a exponer los inicios de esta narrativa, su puesta en escena en la pantalla grande, y la evolución de ambas a lo largo de la historia.

El pasado lunes, un emocionante recorrido por los comienzos de las historias policiacas y la evolución de estas tuvo lugar a través de una de las conferencias de la Cátedra más esperadas por los amantes de los géneros policial y negro.

En el espacio, las narrativas fueron abordadas por los ponentes de forma que no solo evocaran las destrezas de los ‘héroes sin capa’ conocidos como detectives, sino que además fueran una crítica a la sociedad en decadencia, al representar a través de letras su espejo perfecto.

La charla estuvo a cargo de la profesora de Español y Literatura, María Alejandra Arias y de la profesional en Estudios Literarios –ahora radicada en Madrid–, Marjorie Eljach.

Por sus aportes, se podría decir que la literatura policiaca es un género basado en la razón, cuyos acontecimientos pueden ser explicados de manera lógica, y cuyos personajes principales son la víctima, el criminal y el suspicaz detective.

Inicios del género. Si bien es cierto que el famoso detective Sherlock Holmes es uno de los hitos de esta narrativa, sus historias no son las que dieron inicio a la formulación del género, aunque la palabra detective fue usada por primera vez en novelas por su escritor Arthur Conan Doyle.

'Si se tiene que rastrear la historia de este género, no se puede decir que comenzó exactamente con la aparición de Sherlock. Al mirar hacia atrás, se puede encontrar que a lo largo de la literatura se tienen curiosos ejemplos de la inclusión de delitos', afirmó Arias. 'Por ejemplo, el asesinato de Caín en la Biblia; todas las tragedias griegas como la de Edipo, quien asesina a su padre y luego se convierte en detective al tratar de encontrar al asesino', añadió.

Eljach, por su parte, explicó cómo las guerras, los problemas económicos y la corrupción fueron piezas clave para la aparición de la literatura negra, ya que hasta el momento solo se contaba con crímenes de la época victoriana cometidos en casas señoriales, con un astuto y letal victimario, y con el sagaz detective capaz de leer entre líneas y de resolver las mayores encrucijadas. A diferencia del género policiaco, en el negro pocas veces las historias conllevan a finales felices; por lo general el detective no es más que un individuo derrotado, alcohólico o drogadicto, que duerme en un burdel, que posee una oficina desvencijada llena de cucarachas, cuya novia es una prostituta, y en definitiva no es un inteligente 'Sherlock Holmes' capaz de hallar pistas en los residuos de las tazas de café o en las migajas de pan de una camisa.

'El detective en la novela negra es un tipo rudo y sin escrúpulos, marcado por un pasado tormentoso. Las historias se desarrollan en los suburbios de la ciudad y el objetivo final del género negro es precisamente mostrar la oscuridad de las personas, poner al desnudo los vicios de la sociedad', continuó.

A todas luces es una crítica a las instituciones corruptas, a las autoridades ineficientes y a la falta de humanismo entre seres humanos en general.

Cine detectivesco

Ayer, a las 3:30 p.m., tuvo lugar en el auditorio de la Uninorte una conferencia en la que expertos como el director de cine colombiano Roberto Flores, la fotógrafa española Laura Muñoz y Sergio Álvarez, magíster en Literaturas Hispánicas, con especialización en Comunicación audiovisual, Cine y TV, hablaron del cine negro y policial.

En la conferencia se detallaron las características más importantes del género cinematográfico y cómo este se ha convertido en un hito en el mundo del séptimo arte. 'La luz, las sombras, los diálogos impactantes y los personajes son lo más importante del cine negro. Un ejemplo de esto es la película ‘Perdición de 1944’, del director Billy Wilder', explicó Laura Muñoz.