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El segundo y último día de la feria de modas más importante de la Región Caribe, Plataforma K, arrancó con cuatro pasarelas del universo swimwear, donde la vida cerca a la playa fue la fuente de inspiración de cada una de las colecciones.

La firma Cosita Linda, con su colección Tropicalia, para la primavera-verano 2016, y Airavata, con Selva en la ciudad, destinada a la misma temporada, invitaron a los amantes de la moda a lucir piezas elaboradas a base de estampados de las más refrescantes frutas del Caribe. La selva también se transportó hasta la pasarela del encuentro, con más de 20 looks en escena, con prendas en texturas como la licra y el antifluido.

La oda al mar continuó con la llegada de Ancora. Una pasarela de fondo blanco, pero a la que le daba color cada diseño, se propuso llevar a la familia hasta unas vacaciones de verano. Niños y adultos protagonizaron esta pasarela, en la que no faltó el colorido. La amplia paleta de tonos, combinada con el sobrio binomio negro y blanco, ayudaron a resaltar las grandes palmeras características de las playas, plasmadas en las telas que se exhibían en esta pasarela, patrocinada por Revista M!ércoles.

Julio González debutó e innovó en pasarela con su colección Organic. Un hombre inspirado en la flora y la fauna atrapó las miradas del público, junto a las piezas multifuncionales que le permiten a quien las luce desenvolverse tanto dentro como fuera de la playa.

La explosión de moda del universo swimwear siguió predominando en las creaciones exhibidas en pasarela. Fue el turno de la diseñadora barranquillera Martha Rey, quien llevó hasta la feria de modas a la mujer bohemia de los años 70, enamorada de la amplitud y el vuelo en los diseños.

Gypsydelic, con 60 piezas en escena aproximadamente, ofreció vestidos, trajes de baño y salidas que, envueltas en una paleta de colores fuertes como el fucsia, azul y verde, evocaron el lado romántico, libre y aventurero que posee toda mujer de alma gitana.

La fuerza del bolero, que acentuó pechos y hombros, se hizo sentir en la pasarela.

Esta colección, para el Resort 2017, estuvo acompañada de accesorios en plumas –a cargo de la diseñadora de joyas Rose Khbeis– y sobres y carteras de seda, que le imprimieron a los looks setenteros un aire de modernidad y sensualidad.

Los estampados fueron los protagonistas de Plataforma K 2016. La selva, el trópico, la flora y la fauna y hasta antiguas edificaciones, se tomaron las telas y texturas, para transportar la ilusión visual que brindan, a toda una experiencia para disfrutar.

Esta versión número 12 de la feria, aunque no estuvo muy concurrida como lo ha estado la feria en años anteriores, le brindó a los caribeños y visitantes la oportunidad de enterarse de las tendencias que predominarán en el verano que se aproxima, y que, por supuesto, tiene como escenario la playa.

Un lugar que, resumiendo lo visto en pasarelas, se ha convertido en un espacio de sofisticación, en el que es ideal mostrar todo el glamour y autenticidad de una prenda.