Los católicos de Barranquilla y el mundo conmemoraron la espera de la resurrección de Jesús en la tradicional Vigilia Pascual, que se realiza cada Sábado Santo en las horas de la noche. Esta celebración, considerada como la más importante de esta época del año, tiene un ritual que incluye los símbolos de la luz y el agua, debido a que en la antigüedad algunas personas aprovechaban la fecha para recibir el bautismo.
Catedral metropolitana maría reina. En la noche de ayer, el arzobispo de Barranquilla, monseñor Jairo Jaramillo Monsalve dirigió la Vigilia Pascual, un acto que conmemora la noche en que Cristo bajó al infierno y venció la muerte para luego resucitar. En la Catedral Metropolitana los actos litúrgicos iniciaron a las 7 de la noche ante una audiencia que llenó el templo ubicado frente a la Plaza de la Paz. El arzobispo hizo su entrada con el cirio pascual que fue bendecido para dar fuego a los cirios de los asistentes, quienes unos a otros empezaron a compartir el fuego juntando las velas hasta que la penumbra del templo se iluminó con las pequeñas llamas encendidas.
En medio de la luz de las velas –que representaban a Cristo iluminando las tinieblas– se emitieron cantos dedicados a los eventos bíblicos previos a la resurrección.
'Nuestra responsabilidad es ser luz en medio de las tinieblas, como lo fue Jesús cuando venció la muerte', expresó el arzobispo en medio de la celebración del fuego nuevo, que fue seguida por la liturgia de la palabra donde se leyeron fragmentos de la Biblia para que los asistentes reflexionaran sobre el mensaje detrás de cada versículo.
La lectura bíblica, hecha por distintos miembros de la iglesia, fue escuchada con respeto y devoción. Se incluyeron pasajes sobre la creación y la historia de Abrahán, del libro de Génesis, así como fragmentos de los Salmos y de los evangelios que relatan la resurrección de Cristo. Al final de cada lectura el arzobispo dirigió una oración que siguieron al unísono los espectadores quienes vivieron uno de los rituales tradicionales del Sábado Santo.
Ciudad del Vaticano. Durante la Vigilia Pascual celebrada en la Basílica de San Pedro, a las 7:30 p.m. de ayer, el papa Francisco recalcó a los fieles católicos la necesidad de la esperanza en el mundo actual y lo importante que es difundirla. Además el sumo pontífice bautizó, dio la comunión y la confirmación a doce personas de diferentes edades y nacionalidades. Entre ellas ocho mujeres y cuatro hombres.
Según informó el Vaticano, recibieron el bautismo seis albaneses, dos coreanos y otras personas de India, China, Camerún e Italia.
Sobre la ceremonia. El rito se inició con la bendición del fuego y encendiendo el cirio pascual, símbolo de Cristo, ‘Luz del Mundo’, y posteriormente también del agua con el que se realizaron los bautismos.
Después el papa Francisco realizó con un punzón una incisión sobre el cirio pascual, grabando una cruz, la primera y la última letra del alfabeto griego –alfa y omega– y la cifra de este año, 2016.
En total silencio y con una Basílica de San Pedro completamente a oscuras para representar la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo, comenzó la procesión hacia el altar mayor, encabezada por el diácono que portaba el cirio y seguido por el pontífice así como por diferentes miembros del clero.
Una vez en el altar mayor, y tras la bendición del papa, el diácono proclamó el llamado ‘Exultet’ el anuncio de la Pascua y la basílica se iluminó.
El papa Francisco continuará hoy los ritos de la Semana Santa con la misa del Domingo de Resurrección en San Pedro y después leerá el Mensaje Pascual e impartirá la bendición ‘Urbi et Orbi’, desde el balcón central de la basílica.