Tres llamados fueron los que hizo el arzobispo de Barranquilla, Jairo Jaramillo Monsalve, este Viernes Santo durante el sermón de las Siete Palabras, uno de los actos simbólicos más importantes que tiene lugar durante la Semana Santa, que hace remembranza a las siete y últimas palabras que Jesucristo pronunció en su camino a la crucifixión.
Durante 25 minutos, el máximo representante de la iglesia católica en la capital del Atlántico habló a una iglesia llena sobre temas atados a la coyuntura de la construcción de la paz en época de posconflicto y la inequidad social que se desprende de las prácticas corruptas a nivel institucional.
El perdón y la corrupción. La relevancia que cobra vivir el perdón con sinceridad–en todos los planos de la vida, desde los familiar hasta lo social– fue el primer punto que tocó el arzobispo en su intervención.
'Debemos buscar el perdón desde el corazón, el perdón hacia los victimarios que han enlutado a tantas familias colombianas y el perdón dentro de estas mismas familias', expresó Jaramillo. Así mismo, hizo un llamado para acabar con la inequidad que sume en la pobreza a millones de colombianos en la región y en el país.
'No podemos hablar de paz, de perdón y de reconciliación mientras que no haya un trabajo serio que busque la equidad y la igualdad social para todas las familias de todos los estratos sociales', continúo.
Uno de los puntos más críticos del Sermón fue cuando el arzobispo hizo referencia a la corrupción que permea la gran mayoría de las instituciones que velan por el bienestar de los ciudadanos del país.
En ese sentido, Jaramillo lanzó fuertes comentarios hacia la clase política que desvía recursos para enriquecerse, olvidando a las personas que los necesitan para obtener una mejor calidad de vida.
'Hay una real problemática que azota al país y esta es la corrupción, práctica en donde los gobernantes tienen gran protagonismo, donde se desvían fondos que deberían ser destinados para suplir los derechos fundamentales de Colombia y terminan en las arcas de unos pocos', expresó.
Posterior al Sermón, una multitud lo acompañó durante la procesión del Santo Sepulcro, que partió de este templo y recorrió varias calles de Barranquilla.
El Sermón en Colombia. La liturgia que celebra el Sermón de las Siete Palabras se desarrolló en el país teniendo en cuenta el Año Jubilar de la Misericordia propuesto por el papa Francisco y en esa medida los mensajes se concentraron en el momento que vive el país, en vísperas de la firma de un acuerdo de paz.
Temas como el daño ambiental que se ha producido a raíz de la minería en Chocó, el abandono de departamentos como La Guajira y el maltrato contra la mujer fueron algunos de los mensajes que obispos y arzobispos compartieron en el país.
'...(Chocó) es un paraíso destruido por el hombre. La minería irresponsable, la falta de cultura ciudadana, el abandono del Estado, el accionar de grupos armados y los potenciales de empresarios capitalistas han perturbado la belleza y la fecundidad del territorio', expresó Monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó en su liturgia.
Por su parte, monseñor Héctor Henao, director de Pastoral Social habló sobre las altas estadísticas de la violencia contra la mujer haciendo alusión a las mujeres explotadas sexualmente, las que viven violencia intrafamiliar y las que son obligadas a abortar en el marco de la guerra, en una intervención que fue ejemplo de cómo las liturgias se llenaron de reflexiones sobre los problemas más cotidianos del país.