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México es uno de los países latinoamericanos donde la cultura colombiana ha impactado tan fuerte, que es normal escuchar un vallenato en las ciudades del norte de ese país.

Todo comenzó cuando a la capital, el Distrito Federal de México, llegaron colombianos que migraron a ese país en las décadas de los 80 y 90, y consigo, llevaron la cultura musical, siendo la cumbia folclórica, como los mexicanos le dicen a nuestra cumbia, ya que ellos también tienen sonidos similares a que también le llaman cumbia, la que comenzó a imprimirle sonidos colombianos al ambiente mexicano.

Desde el centro del país 'manito', donde se concentraban muchos colombianos, fueron emigrando al norte y ya no era solo la cumbia la que sonaba en cualquier fiesta que hacían, sino que el Vallenato comenzaba abrirse espacio en las parrandas de los nuestros, donde hacían presencia muchos mexicanos, en quienes surgió el gusto por el folclor de nuestra región.

De ahí que Monterrey, capital del estado de Nuevo León, al norte de México, fue convirtiéndose en el epicentro del Vallenato en ese país, lo que conllevó a ser nombrada Capital Mexicana del Vallenato.

Desde entonces son muchos los jóvenes que se han interesado por interpretar el acordeón. Uno de ellos es Francisco Sánchez Huerta, quien a sus 19 años ha logrado conseguir en dos oportunidades la corona de Rey Vallenato en México.

El músico cuenta que su amor por el acordeón comenzó cuando unos tíos, hace cinco años, veían videos de El Cocha Molina y Alfredo Gutiérrez, quienes los sorprendieron porque 'hacían 'llorar' el acordeón', y desde ese momento proclamó que tenía que aprender a interpretar el instrumento.

Tanto fue la pasión que la música vallenata despertó en el joven que decidió viajar hace tres años a Valledupar, en donde permaneció cinco meses nutriéndose de la asesorías del Rey Vallenato Julián Rojas, y del maestro Turco Gil, quienes lo contagiaron con el sabor único del sonido tradicional.

Luego de su estadía en la capital mundial del Vallenato, Francisco regresa a su tierra para presentarse en el Festival Vallenato de Monterrey, en donde logra su primera corona a la edad de 16 años, por eso se gana la oportunidad de participar ese mismo año en el concurso de Juvenil en la capital del Cesar. Lo mismo ocurrió el año siguiente e hizo su segunda aparición en las festividades valduparenses.

En este 2016 regresa, pero en la categoría Aficionado, en la que deberá competir con los mejores exponentes del acordeón, pero dice que solo con estar en el Festival Vallenato, es motivo de alegría para él.

'Estoy muy emocionado, porque es una gran alegría para mí siempre pisar tierras colombianas. Aprendo mucho y siempre disfruto de Valledupar', dice con gran entusiasmo el mexicano.

En su primera salida como aficionado logró 388 puntos de 400 que se puede obtener por canción, en el aire de paseo, y 400 puntos, consiguió en uno de los aires que más le gusta tocar, el merengue.