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Carlos Vives cantó Mil canciones a su arribo a la tarima del Parque de la Leyenda, junto al acordeón de Egidio Cuadrado y los demás músicos de La Provincia, la pasada noche del jueves. Luego de la medianoche, el samario llegó enérgico como siempre y hasta jugueteó con un balón de fútbol que terminó regalando, entre unas cuantas ‘pinolitas’, al eufórico público.

Después de enloquecer con El rock de mi pueblo, rindió un homenaje al desaparecido Cacique de La Junta, Diomedes Díaz, junto a su heredero musical, Martín Elías, a quien llamó al escenario para cantar Tu serenata.

La presentación del artista, que fue grabada hasta con drones que sobrevolaron todo el Parque de la Leyenda, siguió con temas como Ella es mi fiesta y Fruta fresca, canción en la que también se le vio tocar la gaita, no sin antes recordar algo de la historia de este instrumento.

Y hablando de historias, Vives también recordó sus primeras participaciones en el Festival Vallenato, cuando el escenario principal de estas fiestas era la Plaza Alfonso López y al samario le 'echaban lengua por llegar hasta ahí con guitarras eléctricas y amplificaciones muy grandes'. 'Una nueva generación del vallenato nació aquí, en Valledupar', valoró el artista, esta vez desde el Coliseo Cacique Upar.

En medio del show central, Vives esperaba contar con la presencia de los homenajeados en esta edición 49 del Festival de la Leyenda, los hermanos Zuleta. Sin embargo, por la fuerte lluvia que cayó en la tarde de ayer en la capital del Cesar, la agenda del afamado dúo vallenato se trastocó y fue imposible su asistencia.

Entonces, Vives puso a volar 'la imaginación del ser Caribe' e hizo de cuentas que Emilianito y Poncho estaban ahí, sentados en un par de sillas que había dispuesto sobre el escenario. Para rendirles homenaje, Fonseca y Andrés Cepeda sumaron sus voces al samario y entonaron Mi hermano y yo, el himno del festival este año, y La gota fría, a propósito del sereno que caía a eso de la una de la madrugada.

'Esta noche nació un dicho: más contento que cachaco en festival vallenato', bromeó Vives tras la efusiva interpretación de los artistas bogotanos.

Carlos Vives también compartió escenario con Kany Maku, el único indígena arhuaco que canta vallenato de forma profesional. La tierra del olvido fue el tema que se escuchó en español y lengua arhuaca y que se robó los aplausos y la admiración del público, que observaba el video de la Sierra Nevada que se proyectaba de fondo.

El espectáculo más esperado de la noche, y uno de los más anunciados del Festival Vallenato este año, tardó un poco más de una hora con los clásicos y los éxitos más reciente de Vives. 'Este es nuestro escenario natural, ¡qué rico estar donde alguna vez nació todo! Estoy muy contento de hacer parte de esta historia', expresó.

Más artistas

El Mono Zabaleta fue el primero que se escuchó la noche del jueves en el Parque de la Leyenda. Adivínalo y Me bebo el recuerdo, con el acordeón de Juancho De la Espriella, fueron dos de los temas con los que se inició muy puntual el espectáculo del segundo día del Festival Vallenato.

Al rato se escucharon clásicos como Benditos versos y La gemela; en la voz de Beto Zabaleta, quien deseó seguir cantando, pero debió suspender su presentación por cuestiones de tiempo. Le siguió el ‘Jilguero de América’, Jorge Oñate, quien junto al acordeón de Álvaro López interpretó Te dedico mis triunfos, Tú qué tienes que me vuelves loco y, la más coreada, No comprendí tu amor.

Los reconocidos intérpretes del vallenato fueron la antesala del impecable espectáculo que ofreció el bogotano Andrés Cepeda, quien saludó con Lo mejor que hay en mi vida al público que a eso de las 10 de la noche ya casi colmaba el Parque de la Leyenda.

'Yo soy el cachaco del paseo, pero vengo con muchos mensajes de amor', dijo antes de entonar El mensaje y hacer un mosaico con apartes de temas como Me voy, Sé morir y El carpintero.

Luis Mario, ganador de La Voz Kids, fue invitado al escenario por Cepeda, su mentor en el reality. Mañanitas de invierno, en homenaje a los Zuleta, fue el tema que eligió el niño riohachero para cantar con acordeón en mano.

En la madrugada, volvió el sonido vallenato de la mano de Iván Villazón y Saúl Lallemand; Peter Manjarrés y Sergio Luis Rodríguez; y el villanuevero Jorgito Celedón, quien, junto al acordeón de Gustavo García, cerró con un gran espectáculo, con pirotecnia incluida, pasadas las seis de la mañana. Un buen número de asistentes amanecieron con el artistay se retiraron del parque cantando Esta vida.