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El prolífico escritor colombiano Fernando Soto Aparicio, considerado por muchos expertos de la literatura y personalidades del país como uno de los más grandes literatos colombianos, falleció este lunes a los 82 años debido a un cáncer gástrico en una clínica de Bogotá, según informó la Cámara Colombiana del Libro. Soto Aparicio fue el autor de La rebelión de las ratas y Mientras llueve, entre otras obras.

'La Cámara Colombiana del Libro lamenta el fallecimiento del escritor colombiano Fernando Soto Aparicio', dijo la entidad en un pequeño comunicado en su página oficial en internet. Añadió que la obra del boyacense abarca distintos géneros, haciendo especial énfasis en la narrativa y la poesía, y que se convirtió en un analista del conflicto armado en Colombia, tema que abordó con rigor en algunas de sus obras más representativas.

Por su parte, el gobernador del departamento de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, también lamentó la muerte del autor y escribió en su cuenta de Twitter: 'Nos deja uno de los escritores más importantes de los últimos tiempos. Hasta siempre maestro Fernando Soto Aparicio'.

Soto aseguró al diario El Espectador, en una entrevista publicada en noviembre de 2013, que 'como persona, envejezco, pero mis libros siguen vigentes e indispensables para conocer el mundo que nos ha tocado vivir. Además, la tragedia de los mineros de carbón se repite en todo el mundo; y la injusticia con que se paga al obrero su fuerza de trabajo sigue siendo vergonzosa'.

Para esa fecha, el autor tenía 80 años y resaltó que había publicado 60 libros.

Sobre la vida del autor. Nacido el 11 de octubre de 1933 en el municipio de Santa Rosa de Viterbo, en el departamento de Boyacá, Soto fue un escritor, guionista y profesor colombiano.

Estudió hasta cuarto grado de primaria y desde muy joven se dedicó a la escritura. Así mismo, mostró dotes para el periodismo, por lo que publicó artículos de opinión en los principales diarios del país; escribió numerosos guiones para la televisión y fue profesor de la Universidad Militar Nueva Granada en Bogotá.

Dedicó gran parte de su extensa obra narrativa y poética a reflexionar en tono realista sobre los conflictos históricos y sociales de Colombia. Sus obras son una denuncia implícita de la violencia, la injusticia y las desigualdades del país, lo cual se ve reflejado con especial crudeza en La rebelión de las ratas, de 1962, en la que retrata la dura vida de las clases más pobres.

Sus obras. Entre su prolífica obra, que abarca más de 30 títulos, se encuentran novelas, libros de poemas, cuentos, literatura infantil y juvenil, ensayos, obras de teatro y guiones para cine y televisión.

Aunque las primeras obras que se le conoció fueron Voces del silencio –publicada en 1950– y Los bienaventurados, de 1960, su novela más importante fue La rebelión de las ratas. La obra narra la historia de Rudecindo Cristancho en el imaginario pueblo Timbalí, dominado por empresas extranjeras. Dicha novela le hizo merecedor al premio Selecciones Lengua Española.

Luego de esto, la lista de sus relatos creció incansablemente en los años siguientes; así pues, en el año 1966 publicó Mientras llueve; en 1970, Viajes al pasado; Mundo roto, en 1973; Puerto Silencio, en 1974; Camino que anda, en 1980, al igual que Los funerales de América.

Si bien es cierto que su producción lírica creció paralela a la narrativa, la primera se inició algunos años antes, cuando en 1953 escribió su poema Oración personal a Jesucristo. Prosiguió en 1964, con Diámetro del corazón; Motivos para Mariángela, en 1966; Palabras a una muchacha, de 1968; Sonetos con forma de mujer, en el año 1976; La paz sea con nosotros, en 1986; Pasos en tierra, del año 1984, y en 1989 publicó Carta de bienvenida a la paz.

Del mismo modo, el autor escribió algunas obras destinadas al público infantil, como El color del viento, Guacas y guacamayas y Lunes.

Su última obra publicada fue Bitácora de un agonizante, en 2015, en la que divulgó que padecía de cáncer.

Otros premios. Algunos de los reconocimientos que recibió en vida fueron el Premio Casa de las Américas, en 1970, al igual que el Premio Ciudad de Murcia, que consiguió en 1971.

La rebelión de las ratas. El libro cuenta la historia de Timbalí, un pueblo ficticio que el escritor ubica en el departamento de Boyacá, el cual se encuentra bajo el dominio de las grandes multinacionales estadounidenses. Los acontecimientos que tienen lugar en la novela ocurren durante el mes de febrero en un año no especificado, y pretenden mostrar al lector cómo la industria extranjera se aprovecha de las circunstancias económicas de las familias campesinas y, al mismo tiempo, deja ver la manera en la que el sentimiento revolucionario, en busca de justicia, enardece los corazones humanos y se aprecia la realidad de la explotación.