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Desde tempranas horas las emisoras locales empezaron a programar los éxitos del Cacique de La Junta. Desde primera hora hubo programación especial para exaltar su vida y obra musical del desaparecido cantautor Diomedes Díaz quien hoy estaría cumpliendo 59 años.

Igual ocurrió en los equipos de sonido de vehículos y casas en donde no ha dejado de sonar su extenso repertorio musical. En Valledupar el ambiente ha sido de fiesta para honrar a uno de sus ídolos más recordados.

Muchos iniciaron la parranda en sus viviendas, los estaderos y tiendas se colmaron de seguidores que celebraron al ritmo de los cantos de Diomedes; y en el cementerio muchos llegaron tomando whisky y cervezas, las ventas de bebidas en el campo santo no se hicieron esperar.

Hasta el cementerio llegó Jorge Medina, un hacedor del Carnaval de Barranquilla que cada año en el desfile de la 44 personifica a Diomedes Díaz. Lo hace con la motivación de ser uno de los más fervientes seguidores del Cacique de La Junta, y por eso hoy no podía faltar en la celebración del natalicio del artista en Valledupar.

Salió esta madrugada a las dos desde la capital del Atlántico montado en uno de los dos buses que desde esa ciudad trajeron a 68 fanáticos más que se organizaron en un tour para acompañar a Diomedes en su cumpleaños 59. 'Para nosotros no está muerto', señala este hombre que se coló en la zona reservada para los amigos y la familia del artista, en el entorno de la tumba, para tomarse unas fotos, caracterizando con su indumentaria y cierto parecido al hijo mayor de Mama Vila.

'Ahora que no está, nosotros lo hacemos por él, y venimos a acompañarlo en su última morada, dijo emocionado'.

Como él, decenas de fanáticos se sumaron a la conmemoración del natalicio del Cacique de La Junta. En el cementerio Jardines del Ecce-Homo, con las notas del Mariachis Garibaldi, su hijo mayor Rafael Santos le cantó el cumpleaños, y luego interpretó varios de los éxitos de Diomedes, entre ellos ‘Para mí fanaticada’, ‘El 26 de mayo’ y ‘Mí Muchacho’; también aprovechó para cantarle unos versos.

La familia y amigos de Diomedes le adornaron la tumba con girasoles, cambiaron la foto sobre la lápida, y la rodearon expresándole frases de cariño. 'Compadre su fanaticada está intacta', le alcanzó a decir Joaquín Guillén, como si lo estuviera escuchando desde el cielo.

Del otro lado de las vallas metálicas con las que la Policía acordonó la tumba para controlar la multitud, se escucharon unos versos espontáneos en honor al Cacique. Eran de Alberto Rojas, un fanático procedente de Riohacha, que hizo el viaje, para estar cerca a su ídolo. 'Diomedes con sus canciones se hizo inmortal', dijo este hombre de tez morena y de baja estatura, quien con su intervención se ganó varios aplausos.

Rafael Santos, uno de los hijos del Cacique de la Junta, dijo que: 'A la fanaticada quiero decirle que no tengo como pagarle ese gesto tan bonito, que después de dos años de haber fallecido mi padre, todavía tengan ese amor y sé que cada día ese sentimiento va a crecer en sus corazones porque fue sembrado con mucha nobleza y lo importante es ese ángel que a mi papá siempre lo acompañó y que ahora acompaña a su hijo y todos sus seguidores', puntualizó.

El cementerio en los alrededores de la tumba se convirtió en una especie de feria con artículos alusivos a Diomedes. Camisetas, llaveros, gorras, fotografías y otros elementos se ofrecieron a los propios y foráneos que llegaron a sumarse al natalicio de Diomedes.

'Nosotros somos muy respetuosos de lo que hacen los seguidores de Diomedes. Algunos cierran las calles y ponen equipos con su música, otros andan en carros a todo volumen, pero lo hacen con ese amor que sentían por él, todo eso nos hace sentir que El Cacique nunca muere', afirmó Elber Díaz, hermano menor del artista fallecido.