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'Aquí para armar fiesta es en un momentico'. Eso afirmó Yuzmi Villa, licenciada en Educación Especial, mientras que su estudiante Emer Pacheco, de 11 años, y quien presenta déficit cognitivo, tocaba alegremente un tambor y cantaba El serrucho, al mismo tiempo que sus compañeros aplaudían.

A la ‘celebración’ se unió Sharol Villa, de 14, quien tiene síndrome de Down, cuando se levantó de su silla para bailar la canción junto a Wendy Meza, de 12, quien sufre de trastorno del lenguaje.

Estos adolescentes pertenecen a la clase ‘Aceleración’ del Centro Educativo Integral Cruz Roja, un colegio en el cual sus 80 estudiantes presentan situación de discapacidad física, cognitiva y sensorial.

Estos, sumados a los 105 que estudian en la escuela Pinar del Río, serán los beneficiados con las donaciones que realicen los barranquilleros y atlanticenses hoy, en el Día de la Banderita, una campaña que lleva a cabo la Cruz Roja cada 27 de mayo, con la que busca recoger fondos para sostener el centro educativo y seguir ayudando a otros niños del Departamento.

'Lo que más me gusta es el uniforme', comentó Melany Orozco, de 11 años, de la misma clase, y quien presenta déficit cognitivo. Melany utiliza audífonos en sus dos oídos para poder escuchar.

El Centro Educativo Integral consta de ocho salones de clases, una ludoteca –salón de juegos–, una cocina, dos baños y un patio para salir al recreo. Está ubicado en la calle 30, diagonal al Instituto Nacional de Educación Media Inem, vía al aeropuerto, en el municipio de Soledad.

Prejardín, jardín, preescolar, primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, Talleres y Aceleración II y III son los cursos que maneja el centro educativo.

Según cuenta la educadora especial Siria Marriaga, el plan de estudio que se maneja es el mismo que el de un colegio normal. 'La diferencia es que manejamos adecuaciones curriculares', afirmó.

La profesora Marriaga, quien tiene nueve años de trabajar con la Cruz Roja, contó que sus niños de pre -jardín y jardín presentan patologías como síndrome de Down, autismo, déficit cognitivo y parálisis cerebral.

'Ellos necesitan mucha estimulación, les enseño actividades básicas cotidianas para desarrollar sus habilidades de motricidad fina y gruesa, ya que la mayoría, por el diagnóstico que presentan, las tienen atrofiadas', explicó la educadora especial, al mismo tiempo que Ángel Peña, de 9 años, quien presenta parálisis celebral, tocaba un tambor con sus pies mientras estaba acostado en una colchoneta.

La docente senseña a sus estudiantes con imágenes y en forma lúdica. También aprovecha la ludoteca para dejar que se sientan libres y realicen las actividades que más les gustan.

La ludoteca es un espacio donde hay disfraces, rompecabezas, libros, juegos y demás elementos para llevar a cabo actividades dinámicas. 'Esta es la parte del colegio que más disfrutan todos', afirmó la educadora especial.

En preescolar, la profesora es Julieth Sofía Sarmiento, licenciada en Educación Infantil. Ella trabaja con niños de 7 a 10 años. Las patologías que se destacan entre sus estudiantes son el trastorno de comportamiento,déficit de atención por hiperactividad y déficit cognitivo en los niveles moderado y profundo.

La profesora Sarmiento contó que en su clase hay niños que están mucho más avanzados que otros, y que por esto las estrategias que utiliza para enseñarles se deben adecuar a las necesidades de cada uno. 'Yo uso con ellos lenguaje expresivo, la lúdica o el juego dirigido, donde el estudiante desarrolla las habilidades de atención y memoria', explicó.

Los estudiantes más grandes del centro educativo, entre los 14 y 25 años, están en la clase Talleres, en la que, según cuenta la licenciada Amira Bauzán, tratan de encontrar un perfil ocupacional para cada joven. 'Intentamos que cada uno vea qué es lo que más le gusta, para que en un futuro puedan tener una solvencia económica para ellos mismos', dijo Bauzán.

Los estudiantes de la clase Talleres mientras construyen crucifijos con ganchos de madera. En este curso están los mayores del Centro Educativo de la Cruz Roja.

En esta clase, como también lo hacen en Aceleración, los estudiantes trabajan con materiales reciclables, fomi y madera para realizar sus manualidades.

En este curso, la profesora enseña a estudiantes con autismo, síndrome de Down y trastorno del comportamiento.

Los niños y adolescentes del Centro Educativo Integral Cruz Roja han participado en diferentes competencias de Fides. Así lo cuenta María Álix Hernández, quien enumera las medallas que han ganado en patinaje, natación y fútbol.

Hernández, la directora del centro educativo, está trabajando en el Plan Padrino, que busca que personas apadrinen a niños de la institución para ayudar con los gastos que se generan mensualmente. 'El Día de la Banderita es una fecha que la Cruz Roja utiliza para ayudar a su centro educativo', afirma sobre la jornada de hoy, trascendental para lograr el objetivo de seguir educando.

El próximo martes, estos niños y adolescentes tendrán una eucaristía por el mes mariano, por esto los jóvenes de las clases de Talleres y Aceleración hicieron crucifijos con ganchos de ropa de madera, para obsequiarlos durante el evento. Que queden bien es su objetivo más inmediato. Lo logran mientras ríen, unos y otros, en cada clase.

‘Es hora de donar, ponte la banderita’

Cada 27 de mayo en el país se realiza la jornada del Día de la Banderita de la Cruz Roja colombiana, que tiene este año como lema ‘Es hora de donar, ponte la banderita’. Esta campaña consiste en que voluntarios de las agrupaciones de Juventud, Socorrismo y Damas Grises, personal empleado, estudiantes colaboradores y otras instituciones estén en todo el país recogiendo fondos.

En Barranquilla habrá 47 mesas en diferentes puntos estratégicos, como en centros comerciales y en el Área Metropolitana, recolectando donaciones. Esto, a partir de las 7 a.m..

Los fondos que se logren recaudar, al igual que el año pasado, serán utilizados para el sostenimiento del Centro Educativo Integral Cruz Roja, en el cual se educan 80 niños en situación de discapacidad. Además, en 2015, estas donaciones fueron usadas para brindar más de 45 mil desayunos a 105 niños de la escuela Pinar del Río.

Adicionalmente, la Cruz Roja suministra agua potable de manera permanente y gratuita a varios municipios del sur del Atlántico.