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Bajo el brillante sol de las 11 de la mañana, y rodeado por uno que otro atisbo de brisa cargada del olor del agua dulce del Río, llegó al malecón de la Avenida del Río Daniel Krieger, un reconocido fotógrafo estadounidense especializado en fotografiar comida, restaurantes y bodas y en hacer retratos, que además trabaja para el New York Times, considerado el diario más importante de los Estados Unidos.

Krieger arribó por primera vez a la capital del Atlántico invitado por el chef barranquillero Ricky Jaar. Con el viaje por la costa colombiano empezó su exploración por los exóticos sabores detrás de las tradiciones caribeñas, y un recorrido por la cultura de la ciudad captada por su lente.

Así, ayer, después de visitar lugares insignes de Barranquilla como Las Flores, el artista se reunión con el alcalde del Distrito, Alejandro Char, a quien retrató a lo largo y ancho del malecón frente al río Magdalena, con el fin de acercarse un poco más a la cultura local.

El fotógrafo contó que nunca antes había estado en Colombia, y confiesa que tras entablar conversaciones con Jaar, quien hizo una exhaustiva búsqueda y 'se topó con mi nombre dado la buena reputación que he labrado en el mundo de la fotografía de comida', el chef barranquillero lo convenció de venir.

Además, el neoyorquino relató que 'también hablamos con la oficina del alcalde y ellos estaban emocionados con mi llegada porque saben que soy bueno haciendo fotos'.

Y es que en sus 10 años de carrera, Krieger no solo ha logrado ser parte del selecto grupo de reporteros gráficos del New York Times, sino que además ha trabajado para las revistas Food&Wine Magazine y Bon Appétit Magazine, y con chefs famosos como el francés Eric Ripert, el estadounidense Tom Colicchio y el japonés Masaharu Morimoto, entre muchos otros.

Sin embargo, el experto asegura que ni siquiera los conocimientos previos le fueron enseñados en una universidad, pues nunca realizó estudios de fotografía. Más bien considera que se trata de un don innato que fue perfeccionando en su larga trayectoria y en la medida que aprendía a utilizar aparatos electrónicos como las cámaras, lo cual afirmó, 'siempre ha sido fácil para mí', y agregó que 'cuando más avanzas en el camino de ser fotógrafo, más importante se vuelve la habilidad de usar estos aparatos'.

Más tarde, la sesión fotográfica continuó por los alrededores del renovado edificio de la Intendencia Fluvial, donde el fotógrafo aprovechó para atrapar en imágenes la diversidad de Barranquilla a través de sus flores, las aguas del río Magdalena y los pequeños botes encallados en sus orillas, los pintorescos establecimientos de bebidas y comida –en uno de los cuales el extranjero decidió refrescarse con una cerveza–, y su gente.

La última estación de la jornada fue la Plaza y la iglesia de San Nicolás, donde Krieger fotografió ambos lugares que fueron recuperados en 2011.

Por su parte, el estadounidense, quien llegó a la ciudad el domingo y partirá el viernes, cuenta que hoy visitará Cartagena, y lamenta no haber podido conocer otras ciudades, pero manifestó que 'tal vez en una próxima visita pueda ver más del país', del cual dice que también le ha gustado su café, y añadió que 'ustedes están haciendo muchas cosas interesantes, y es un hermoso país, estoy feliz de haber venido y conocer sus maravillas'.

En su lente

Krieger junto al alcalde Alejandro Char.

Krieger fotografió la iglesia de San Nicolás.

El artista disfrutó de una cerveza nacional.

El estadounidense se deslumbró con la gente.

La naturaleza también tuvo su lugar.