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Llevar una vida saludable, mantener una rutina fitness y seguir otros patrones de belleza impuestos por la sociedad se ha convertido en la forma en que los jóvenes se resisten a envejecer. En muchos casos es sólo una preocupación inofensiva; sin embargo, puede convertirse en Gerantofobia -miedo exagerado al envejecimiento-, un trastorno mental que requiere de cuidado y tratamiento.

Así lo explica la psicóloga Mayra Torres, 'esta enfermedad se considera como un trastorno de ansiedad que puede afectar todas las facetas de la vida de la persona'. Quien padece la patología presenta conductas de angustia y ansiedad cuando se habla de vejez, se convierte en incapaz de funcionar correctamente, lo que hace con el tiempo que limite sus actividades cotidianas, y mantiene un uso exagerado y descontrolado de cremas, pastillas y bebidas, entre otros fórmulas antienvejecimiento.

Asimismo, Torres comenta que esta fobia podría comenzar a desarrollarse entre los 30 y 40 años, 'momento en el cual comienzan los primeros cambios que tienen que ver con la edad como las arrugas, la pérdida de cabello, cambios en la figura y en el estado físico ', tras lo cual la persona con gerantofobia empieza a tener ataques de ansiedad típicos de una fobia que si no es detectada y tratada por un experto puede producir 'alteraciones de conciencia y pérdida de la capacidad de juicio y raciocinio', afirma la psicóloga.

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Aunque este trastorno normalmente afecta más a las mujeres, 'pues el estereotipo de belleza femenina en nuestra sociedad no es sinónimo de vejez', en los hombres también se puede presentar por el miedo a perder 'aquellos beneficios que obtienen los jóvenes como un mejor empleo, mejor salario, viajes, fiestas y demás', asegura Torres.

La psicoterapia podría ser de gran ayuda para disminuir los síntomas hasta eliminarlos completamente. Pero para casos más extremos 'la terapia debe acompañarse con fármacos indicados por un médico psiquiatra', dice Torres.

Por su parte, el doctor barranquillero Alejandro Rada afirma que por lo general las personas mayores son las que padecen de esta enfermedad, 'aunque los jóvenes no están exentos de sufrirla', y es cuando comienzan desde temprana edad a realizarse procedimiento estéticos 'para evitar la marca de la edad con antelación. En estos casos, el remedio puede ser peor que la enfermedad', manifiesta.

De acuerdo con el especialista en medicina estética, existen algunas prácticas que podrían mejorar el aspecto físico al mismo tiempo que ayudan a controlar el aislamiento, la depresión y los ataques de histeria, entre otros síntomos recurrentes en la gerantofobia.

En este sentido, hacer ejercicio, llevar una dieta sana y balanceada, tener una vida social activa, y 'realizarse algunos procedimientos estéticos son claves al momento de trabajar en la mejora física, para combatir la gerantofobia y aumentar la autoestima', afirma Rada, director científico del Congreso Mundial de Medicina Estética y Antienvejecimiento de Mónaco, Francia.

Marcela Herrera, una esteticista del Centro Integral de Estética y Belleza Osmy's, cuenta que cerca de 20 o 25 personas llegan mensualmente al lugar para realizarse todo tipo de tratamientos estéticos con el fin de 'quitarle algunos años a su apariencia física', de las cuales 18 podrían ser mujeres.

Además, Herrera explica que algunos de los procedimientos más frecuentes para rejuvenecer son la nutrición de la piel, el uso del plasma rico en plaquetas o del equipo de radiofrecuencia para revitalizar el colágeno de la piel, la utilización del ultrasonido facial, y la microdermoabrasión.

Prácticas naturales

De acuerdo con el especialista en Medicina Estética Alejandro Rada, las siguientes actividades podrían combatir la gerantofobia y aumentar el autoestima:

•Hacer ejercicio o caminar a diario.

•Llevar una dieta sana y balanceada.

•Llevar una vida social activa, especialmente con personas contemporáneas.

•'Hacer el amor'.

•Tomar una copa de vino.

•Disfrutar de una buena cena.

Procedimientos estéticos

Nutrición facial: Aplicación de inyecciones ricas en vitaminas, aminoácidos, minerales y oligoelementos.

Plasma rico en plaquetas: Extracción de una muestra de sangre de la que se obtienen plaquetas para después reinyectarlas en la piel.

Radiofrecuencia facial: Transferencia de energía en forma de calor a la piel que logra la producción de colágeno, desintoxica, aumenta la nutrición y oxigenación de los tejidos.

Ultrasonido facial: Emisión de sonidos que tensan líneas de expresión, elimina las arrugas y mejorar las bolsas de los párpados.

Micreodermoabrasión: Es una especie de exfoleación que barre las células muertas de la piel, elimina cicatrices y disminuye las arrugas.