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Si ya recorrió Barranquilla cazando Pokémones y le interesa salir de la ciudad para encontrar nuevas especies, este artículo le ayudará. Y si vive en uno de los municipios del Atlántico y quiere empezar a jugar Pokémon Go, tome nota.

Lo primero que se debe saber o recordar al momento de divertirse con el nuevo videojuego de realidad aumentada de Nintendo, es que los monumentos, iglesias, parques u otros sitios emblemáticos y turísticos de las ciudades y municipios son los puntos clave del juego.

Estos son denominados en la aplicación como pokeparadas. Allí, los jugadores podrán encontrar elementos fundamentales para el juego. Como las pokebolas, es decir, las esferas rojiblancas con las que se atrapan pokémones.

En estos lugares también se pueden hallar pócimas para que las criaturas se recuperen cuando se lastiman en las batallas y huevos que podrían contener un pokémon.

En Barranquilla hay un sinnúmero de pokeparadas y gimnasios. Estos últimos son los lugares donde los pokémones se entrenan y llevan a cabo sus batallas. La Plaza de la Paz, la Catedral María Reina, el zoológico, el Paseo Bolívar, la Avenida del Río, el Museo del Caribe, la Intendencia Fluvial, La Troja, la plaza de San Nicolás, el Parque de Los Fundadores y el Parque de la Electrificadora son algunos de los lugares donde más se pueden encontrar estos puntos clave y, por ende, más pokémones.

Sin embargo, en los municipios del Atlántico también existen monumentos y sitios simbólicos, por lo que EL HERALDO hizo un recorrido por algunos de estos que podrían ser pokeparadas y ofrecer a los fanáticos una ruta para cazar estas criaturas fuera de ‘La Arenosa’. Sin embargo, la mayoría de estos personajes que se aparecen en los paisajes del Atlántico son los más comunes de cazar en cualquier sitio.

Puerto Colombia

Puerto Colombia está lleno de poképaradas. La primera que se puede hallar es la estatua de Simón Bolívar. Entre otras están la escultura en la plaza principal, la antigua Estación del Ferrocarril y el Muelle. En la lista de poképaradas del municipio también está el monumento de delfines ubicado a orillas de la playa, el altar de la Virgen Inmaculada del Puerto; hay otro en la Virgen del Carmen –en el barrio 7 de Agosto–, también en la estatua de la Pata Sola del Malecón, en la iglesia y en la escultura del cocodrilo gigante. Sobre el malecón también se ubican poképaradas en algunas de las esculturas que lo adornan: En la sirena, la canoa pesquera y la del General de Puerto Colombia. Adicionalmente, en esta zona se ubican dos gimnasios para pokémones.

Tubará

Cuando esté vía a Tubará, la carretera desaparecerá del mapa de Pokémon Go. Pero no se preocupe, solo será una parte, debe seguir y poco antes de entrar al municipio volverá a aparecer. Sin embargo, la única poképarada que podrá encontrar es la que está en el parque El Mirador. Allí se obtuvo una pokebola, una pócima para recuperarse y un diamante amarillo que sirve para revivir a los pokémones después de ser derrotados en las batallas. Durante la visita a este punto estratégico del municipio se pudieron cazar tres pokémones de los más comunes: el gusano Caterpie, el murciélago Zubat y el cangrejo Paras. La tortuga Squirtle también apareció. Según fanáticos del videojuego, este es no sale a las calles con frecuencia, pero tampoco es imposible de conseguir. En otras partes, como la Iglesia San José de Tubará es difícil de cazar un pokémon.

Soledad

En Soledad también se encontraron varias pokeparadas. Una de ellas es la iglesia San Antonio de Padua. En ella se pudieron obtener cuatro pokebolas y se recibían señales de que había un pokémon cerca. Sin embargo, después de caminar dos veces alrededor de la parroquia, no apareció ninguna criatura.

La Alcaldía es otro punto clave para encontrar elementos para el juego, al igual que el tanque de agua que está ubicado en el parque del Cementerio Central del municipio.

Recorriendo los alrededores, en la carrera 19 con calle 18, apareció Ekans, una serpiente morada. Otra pokeparada es la escultura de la Virgen de La Misericordia, donde además de obtener tres esferas rojiblancas, se pudo atrapar otra Ekans, de los pokémones más habituales en este municipio.

Pero el verdadero descubrimiento soledeño está frente a la Curaduría Urbana, donde apareció Ponyta, un caballo que arde en fuego, más bien difícil de encontrar.

En la carrera 18 con calle 26, frente al proyecto en construcción House Soledad, está un gimnasio de pokémones, para los interesados en entrenar a sus criaturas.

Otros puntos clave en Soledad son los murales grafitis de Gran Bodega y El Colibrí y la Flor, además del momumento de San Antonio, que está situado en la entrada del municipio.

Ponedera

Al ubicarse en la entrada de Ponedera, el mapa de la aplicación de Pokémon Go no registra ninguna sola pokeparada ni gimnasio. Al entrar y recorrer el pueblo tampoco se ubican los sitios emblemáticos del municipio, como la Plaza San José, donde está la iglesia o el parque que lleva el mismo nombre. Así que no se podrá más que cazar un Rattata, una rata morada, de las más comunes de hallar en cualquier lado.

Santo Tomás

En Santo Tomás no se encontraron pokeparadas o gimnasios. El mapa de Pokémon Go solo registra las calles vacías. Hasta que, se repente, se aparece una polilla violeta, un Venomoth, un auténtico tesoro para los fanáticos del juego, quienes aseguran que no es nada fácil de capturar.

Ratatta –definitivamente el Pokémon con mayor probabilidad de hallar, al menos en el Atlántico– se asoma de nuevo en este rincón del Departamento, al igual que el gusano Weedle, que se pasea por las calles del municipio, donde bien podría funcionar una pokeparada en la plaza.

Malambo

Llegando a Malambo se trapó al insecto Paras. En el municipio se registró una pokeparada en la Casa de la Cultura y en el parque que lleva el mismo nombre se encontró un gimnasio para pokémones. La iglesia Santa María Magdalena también es un punto importante del universo Pokémon del municipio. Allí se obtuvieron tres pokebolas y un huevo. La app de Nintendo marca que el Comando Aéreo de Combate N°3 –Cacom– es otra pokeparada, al igual que la escultura La Madre, la entrada del barrio El Concorde y el potro de la empresa Pimsa.

Sandshrew, parecido a un armadillo, se apareció en los alrededores del municipio. Rattata tampoco faltó en esta cita. Tampoco lo hizo un Growlithe a la altura del Hospital de Malambo, otra especie regular del juego: no es habitual dar con ella, pero tampoco representa un desafío.

Sabanagrande

Sabanagrande es todo un ‘tesoro’ Pokémon atlanticense. La iglesia no es una pokeparada. En este municipio, la parroquia de Santa Rita de Casia es un enorme gimnasio. Además, detrás de ella, en el parque que la rodea, se encuentra una pokeparada. Allí se obtuvieron cuatro pokebolas.

Cerca, en el busto del exalcalde Carrusel, se ubica otra pokeparada. La visita a este monumento brinda entre tres y cuatro pokebolas. Además, en ese pueblo se halló una especie que es considerada como un premio, ya que no ha sido fácil de encontrar en Barranquilla. Se trata de Staryu, una estrella de mar. Oddish, un tipo de planta, también apareció por los alrededores del municipio. ¿Los que no podían faltar? Rattata y Pidgey.

Palmar de Varela

Entrando a Palmar de Varela apareció Pidgey, otra de las especies más fáciles de encontrar. Fue atrapada después de lanzarle dos pokebolas. Las esferas gastadas fueron recuperadas en la única pokeparada que hay en el municipio, en el momumento a Simón Bolívar. Rattata, una vez más, salió al encuentro de los maestros Pokémon en una calle de Palmar.

Baranoa

Baranoa es un sitio a visitar para los jugadores de Pokémon Go, ya que cuenta con nueve pokeparadas y cuatro gimnasios. Las primeras están ubicadas en el colegio Juan José Nieto sede n° 2, el parque municipal, la fundación Campbell, el grafiti de un panadero, una fuente ubicada cerca de la bomba de Terpel, la virgen Inmaculada que está dentro del colegio Francisco José de Caldas, la Plaza Municipal, la estatua Simón Bolívar y el monumento Bolas y Túnes del parque la Convivencia. En este último también hay un gimnasio en la torre Simón Bolívar, así como en la iglesia Santa Ana, parque el Tanque y la iglesia de Santa Lucía. En este municipio puede encontrar a los pokémones Pidgey, Odish, Venonat –parecido a una bola de pelos morada–, Rattata, Eevee y Caterpie.

Luruaco

Frente a la alcaldía municipal de Luruaco, salió volando Pidgout, la tercera evolución de Pidgey. Según fanáticos, es el ave más fuerte y difícil de atrapar. Esto quedó comprobado después de que esquivara 15 pokebolas y se esfumara. En este punto del recorrido empieza a afectar el hecho de que se encuentren pocas pokeparadas en algunos municipios. Afortunadamente, en el monumento a las vendedoras y fabricantes de arepa de huevo hay una, donde se pudieron obtener dos pokebolas. Con estas se pudo cazar a Venomoth, la polilla venenosa no muy común. Esta apareció en uno de los puntos de venta de arepa de huevo del municipio. Además, si se asegura de llegar recargado de pokebolas, podrá atrapar otros pokémones como Weedle y Nidorán.

Galapa

Para recargarse de pokebolas en Galapa tiene dos opciones; una es la fuente de Villa Olímpica y la otra es una de las casas de esa zona, que en la aplicación está registrada como el mural o grafiti de un pollo. Si va de cacería a este municipio solo podrá encontrar a los pokemones Venonat, Weedle, Rattatas y Pidgey, que según este recorrido son las más fáciles de encontrar.

Repelón

La única pokeparada de este municipio está ubicada en la Iglesia de Repelón, donde se pueden conseguir entre dos pokebolas y una poción. Las especies que se pueden encontrar allí son las casuales aves Pidgey, su segunda evolución llamada Pidgeotto y los murciélagos Zubat. Ninguno representa un desafío para conseguir.

Juan de Acosta

En este municipio del Atlántico no aparecen muchos pokémones, específicamente durante el recorrido solo apareció un Zubat, de los más comunes. A pesar de que se llegó a la Plaza Central, iglesia, palacio municipal y dos estatuas; Simón Bolívar y otra de Jesús, la aplicación de Pokémon Go no encontró ninguna pokeparada o gimnasio.

Sabanalarga

Varias vueltas por los alrededores de este municipio indicaron que no es una zona para obtener elementos necesarios para el juego. Sin embargo, si se llega con una buena recarga de pokebolas puede cazar pokémones medianamente difíciles de encontrar como Clefairy, parecido a un cerdito rosado, y Koffing, una especie de bomba morada. Y otros más comunes como Golbat, la evolución de Zubat, y Rattata.

Polonuevo

Después de recorrer el municipio, pasar por la iglesia San Luisa Beltrán y el parque que lleva el mismo nombre, la aplicación de Pokémon Go no registró pokeparadas ni gimnasios. Solo mostraba que habían Rattatas en la zona. Sim embargo, luego de cazar a la rata morada, aparecieron Odish y la infaltable Pidgey.

Piojó

Piojó tampoco es un destino para recargarse de pokebolas, ya que no se halla ninguna pokeparada o gimnasio. Sin embargo, se pueden cazar varias especies, aunque no sean muy exclusivas. El primero en aparecer fue el gusano Weedle. Luego, Pidgey. No obstante, escapó. El tercero en salir en las calles fue la famosa tortuga de ‘Vamo a calmarno’, Squirtle. Este escapó dos veces después de ser atrapado en la pokebola, en el tercer intentó fue cazado con éxito.

Usiacurí

Tal como estaba previsto, Usiacurí tiene sus pokeparadas en la parroquia Santo Domingo Guzmán y en el busto del poeta Julio Flórez ubicado frente a la casa museo que lleva el mismo nombre. Un gimnasio también se halla en el municipio, específicamente en el momumento de una cruz de madera. En el recorrido solo aparecieron Rattatas y Pidgey. Según el videojuego no hay especies raras en la zona.

Suan

Este municipio atlanticense tampoco registra pokeparadas o gimnasios. No obstante, si los fanáticos del videojuego están equipados con sus pokebolas y tienen incienso para atraer pokemones pueden cazar desde los más habituales como el gusano Weedle, la planta Odish, el ruedor Rattata y la ave Pidgey. Y otros difícilmente de encontrar como Beedrill, la tercera evolución del gusano Weedle.

Campo de la cruz

En la carretera hacia Campo de la Cruz apareció el gato Meowth, un pokémon que no sale siempre a las calles pero que tampoco representa un desafío encontrarlo. Esto hizo que desde el comienzode este municipio fuera un destino para hallar especies diferentes. Entre otras no tan comunes que se cazaron están Mankey, similar a un mono; Vulpix, un zorrillo de seis colas y Nidorán hembra, ruedor que también existe en género macho. La única pokeparada que se halla es la que está en el tanque elevado.

Candelaria

Este municipio no es un destino para fanáticos del videojuego. No se encuentran pokeparadas ni gimnasios. Los únicos pokémones que aparecen en la zona son Rattata y Pidgey, los cuales se pueden hallar en cualquier parte. El incienso sería una opción para jugar en el municipio.

Manatí

En el municipio de Manatí tampoco se hallan pokeparadas ni gimnasios en los lugares simbólicos como la iglesia o la Plaza central. Por suerte podrá encontrar al gusano Weedle y los comunes Rattatas. Si vive o viajará allí deberá usar incieso para atrapar pokémones.

Santa Lucía

Al recorrer el municipio, pasar por la Iglesia de Santa Lucía, la Plaza Son de Negro y asomarse por el Canal de Dique no se encontró ninguna pokeparada, gimnasio o pokémon. La aplicación muestra que en el municipio solo están cerca las plantas Odish, realmente fácil de hallar en cualquier parte. Así que si está en Santa Lucía y quiere cazar criaturas debe utilizar uno de los elementos de se obtienen en las pokeparadas llamado incienso; con este se logra que por 30 minutos los pokémones aparezcan en la zona.