Una vez más La Plaza de la Aduana es testigo del arte. En esta ocasión el turno fue para dos artistas de la Costa: Rafael Barón, de Córdoba; y Mario Malabet, de Barranquilla.
Rafael Barón, por su parte, es un antropólogo y bacteriólogo que encontró su verdadera pasión en las artes plásticas. Por lo que en la actualidad se encuentra viviendo en Barranquilla, donde afirma que encontró su inspiración.
'Nací en Córdoba, viví mucho tiempo en Medellín pero hace cuatro años me encuentro viviendo en Barranquilla y acá encontré la musa de mi inspiración, por eso no quiero, ni tengo pensado, irme de aqui', indicó el artista.
En 1999 Barón empezó a hacer realidad sus ganas de convertirse en artista y lo hizo mediante la fotografía. Con el pasar de los años fue afianzando su talento y el día de ayer en la Pinacoteca del edificio de La Aduana, presentó su exposición ‘Plantación adentro’.
La exhibición de sus cuadros es un intento por delimitar el espacio físico y geográfico del imaginario del artista. A través de la que transmite una invitación a pasar las fronteras y entrar en ese mundo onírico donde el tiempo es uno solo. En esta obra el artista logró hacer que los personajes vivieran en el Caribe, haciendo memoria a la bonanza de las bananeras que se vivió en el siglo pasado, recreó la realidad de ese tiempo en una vereda tropical.
'Plantación adentro es como un bolero: una poesía rota y nostálgica. Los personajes están empolvados por la melancolía y el paisaje herido por la modernidad descarnada: postes y cableado de la electricidad son el omega de los viejos tiempos', afirmó Barón
Con esta exposición el cordobés busca que los espectadores se sientan atraídos por la necesidad, no solo de captar la hermosura, sino también que puedan leer la estética; ya que mantiene abierta la puerta a una lectura desde lo social hasta lo histórico.
Sincronías de Malabet
El arquitecto y pintor qdurante sus 20 años de trabajo ha logrado una serie de avances estéticos y técnicos. Sus obras tienen una relación con el principio de los tiempos. En su exposición ‘Sincronías’, se ve reflejada la armonía, llevada al color y la describe como la asociación del hombre y la naturaleza.