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Un traje de baño que cubre por completo el cuerpo de la mujer está siendo foco de gran polémica en playas de Francia. Contrario a lo ocurrido en 1946 por la aparición del bikini, el cual generó controversia debido a la poca tela que lo componía.

Pero esta vez no se trata de moralismos o de pudor público. Al parecer, el miedo a nuevos ataques terroristas en territorio francés ha llevado a la prohibición del llamado burkini.

Esta pieza, que solo permite ver la cara, manos y pies de quien la porta, fue diseñada especialmente para las musulmanas que desearan disfrutar de un rato de esparcimiento en el mar. Sin embargo, desde hace varios días el gobierno de Francia viene extendiendo su prohibición por todo el territorio.

Cannes, Le Touquet, Villeneuve-Loubet y Sisco son algunas de las ciudades y comunas que han adoptado dicho decreto. 'Por motivos de seguridad se prohíbe una prenda que manifiesta de forma ostentosa una pertenencia religiosa, cuando Francia y los lugares de culto religioso son objetivo de ataques terroristas, puede provocar disturbios del orden público', explicó la administración de Cannes sobre el decreto restrictivo, que estaba en vigor desde el pasado 28 de julio pero solo hasta ahora se conoce.

El especialista en relacione internacionales Mario De La Puente cree que las medidas tomadas por este gobierno no son más que una 'acción desesperada' del ente gubernamental por evitar ataques terroristas.

Para el experto, quien asegura que esta es una decisión tomada y basada en el miedo, la administración francesa está confundiendo el ser musulman con extremista. 'Esta medida es producto de la ignorancia en cuanto a la diversidad de culturas. Una acción como esta no trae ningún efecto práctico, si lo que se quieren es salvaguardar la población', indica De La Puente, quien agrega que 'se está aprisionando a ese grupo religioso, y podrían pasar que personas musulmanas tomen el camino violento. Debe haber educación y respeto por la diversidad', enfatizó el experto.

Surge la polémica

La ONG Smile 13 organizaba para el próximo 17 de septiembre el Día del Burkini en la comunidad de Pennes Mirabeau.

Pero esta noticia levantó una oleada de reacciones en contra por parte de la alcaldía local y de miembros del ultraderechista Frente Nacional –FN– y del partido conservador Los Republicanos, quienes calificaron el evento como contrario a los valores de Francia.

Por esta razón, la organización sin ánimo de lucro se pronunció por medio de Facebook y aseguró que la comunidad practicante del Islam en Francia ha sido víctima de 'odio racista, insultos y amenazas. La situación se ha vuelto surrealista', indicó Smile 13 en la publicación, en la que también informó que solicitaría asistencia al Colectivo contra la ‘Islamofobia’ en Francia.

A tres días de esta confrontación, la administración de Cannes decide vetar de sus playas el burkini, 'en nombre del laicismo y para evitar posibles altercados'.

El director general del servicio de ayuntamiento de Cannes, Thierry Migoule, se pronunció a favor de esta medida y aseguró que 'el burkini es una señal de adhesión al yihadismo'.

El Tribunal Administrativo de Niza también consideró que el veto respeta las disposiciones del artículo primero de la Constitución, que definen a Francia como una república laica y prohíben a cualquier persona 'hacer prevalecer sus creencias religiosas sobre el respeto de las reglas comunes'.

Luego de estas declaraciones, la Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Colectivo contra la Islamofobia en Francia (CCIF) indicaron que llevarán a los tribunales la prohibición del acceso a las playas con burkini. 'La alcaldía organiza la discriminación contra mujeres que no cometen ningún delito', declaró la LDH.

El CCIF añadió que los argumentos oficiales son 'chocantes' y los acusa de instrumentalizar tanto el atentado yihadista de Niza del 14 de julio como el que doce días después acabó con la vida de un cura en Normandía, norte del país. 'En un contexto en el que cada uno parece lanzar una nueva polémica islamófoba, confiamos en la ley', aseguró esa asociación, la cual dijo estar 'profundamente preocupada ante el ataque a los principios más elementales del derecho'.

Después de Cannes, Villeneuve-Loubet, en la Costa Azul de Francia, se sumó a la decisión de vetar el burkini en sus playas, alegando que ese 'bañador no se ajusta a las normas de seguridad e higiene'.

Este decreto municipal establece que hasta el 31 de agosto, el acceso a la playa está prohibido a toda persona que no disponga de un traje de baño 'correcto, que respete las buenas costumbres y el principio de laicidad'.

El alcalde del territorio, Lionnel Luca, declaró que con la medida pretende evitar 'todo disturbio del orden público en una región marcada por los atentados'.

El mandatario dijo haber tomado la decisión luego de conocer que una mujer se había bañado 'vestida en el mar'. 'Consideré que ese traje no tenía lugar por razones de higiene y porque no es apropiado teniendo en cuenta el contexto general', puntualizó Luca.

Ayer, Sisco, en Córcega, Francia también vetó el burkini luego de que el pasado sábado se registrara una pelea entre jóvenes corsos y familias de origen magrebí.

Algunas de las mujeres que estaban en el lugar lucían el traje baño islámico, razón por la que bañistas las fotografiaran. Esta acción desencadenó un altercado en el que hubo cinco heridos.

Ange-Pierre Vivoni, alcalde de Sisco, tomó la decisión en un Consejo Municipal extraordinario convocado tras lo sucedido.

Daniel Fasquelle, alcalde de Le Touquet, indicó que prohibió con carácter preventivo el burkini. 'Aunque no haya constancia de que en estas playas se bañen mujeres con ese traje, no hay que esperar a tener un problema.

El papel de un alcalde es anticiparse. Hay que luchar contra todos los comportamientos extremistas, sean cuales sean', puntualizó el mandatario.

En piscinas de hoteles y clubes privados de Marruecos también ha sido prohibido el bañador islámico. Este veto está basado en una norma general que estipula que 'es obligatorio acceder a la piscina con ropa de baño', aunque el burkini sea una prenda específicamente diseñada para estar en el agua.

Hasta ayer tres mujeres musulmanas habían sido multadas por llevar burkini a las playas de Cannes. 38 euros es el monto de la sanción que deben pagar las bañistas.

Datos de un sondeo

Casi la mitad de los católicos franceses creen que el islam representa una amenaza. Así lo asegura un sondeo realizado por el instituto demoscópico Ifop y publicado por el diario Le Monde.

El informe, que se llevó a cabo entre el 27 y 29 de julio, precisa que el 45% de esas personas aseguran que el islam es un peligro. Siete de cada diez piensa también que la influencia de esa religión en Francia es en la actualidad demasiado importante.

Otras prendas causantes de polémica

Además del burkini, el bikini, la minifalda y el brasier fueron prendas femeninas que generaron gran controversia en la sociedad al momento de su aparición. Ahora hacen parte del vestir cotidiano de las mujeres.

Otro 55 % cree que la presencia de una comunidad musulmana en el país es una amenaza para la identidad del país, mientras que el 71 % considera que la visibilidad de esa religión es demasiado grande.