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Desde este viernes, el Carnaval de Barranquilla tiene nueva soberana. Se trata de Stephanie Mendoza Vargas, de 22 años. Es hija de Victino Mendoza Nicolella y Patricia Vargas Guzmán. Tiene una hermana menor, María Paula.

‘Fefi’, como la llaman cariñosamente familiares y amigos, nació el 30 de enero de 1994. Es egresada del colegio Karl C. Parrish. Después de graduarse, estudió en el College Internacional de Cannes y en el Eurocentros de París, donde perfeccionó el francés, su tercer idioma, pues domina el inglés y el español.

La nueva reina del Carnaval cursa octavo semestre de Derecho en la Universidad de Los Andes. Ha tomado cursos de profundización en temas como Derecho Comparado y Títulos valores.

Desde muy pequeña participó en los espectáculos de Bando y coronaciones de soberanas como Olga Lucía Rodríguez y Maria Gabriela Diago. En 2007 fue Capitana Pre-juvenil del Country Club de Barranquilla, y desde hace un par de años su nombre estaba en el sonajero para liderar al fiesta más grande de Colombia.

A los 13 años desfiló en una carroza en la Batalla De Flores, y fue ahí cuando comenzó su sueño de ser Reina Del Carnaval. Siempre ha estado ligada a la festividad, y en los últimos cinco años ha hecho parte de las comitivas de exreinas como Andrea Jaramillo, María Margarita Diazgranados, Cristina Felfle y Marcela García.

Desde los 3 años, Stephanie recibe clases de baile. La mayoría parte de su infancia fue guiada por Julie de Donado. Al mudarse a Bogotá para estudiar, continuó estudios de danza con Martha Maturana, Reina de Reinas 2003, quien ha sido su guía en los últimos tres años. También ha recibido lecciones de cumbia de la experta Beatriz Ospino. Además, Stephanie ha comenzado a clases de la flauta de millo, instrumento que le apasiona y que recién comienza a practicar.

Stephanie participa en fundaciones como Soñar Despierto, y una vez al mes va con su grupo de Emaus a la fundación Te doy mi Corazón.

Sus amigos y familiares la describen como una mujer alegre, sencilla, carismática y amiguera, que no se pierde ni una fiesta y su corazón vibra de amor por Barranquilla.