La reputación de la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska (KI) —ubicado en Estocolmo y encargado de conceder el Premio Nobel de Fisiología o Medicina desde 1901— ha sido salpicada por el escándalo médico de Paolo Macchiarini, acusado de homicidio involuntario. El caso sacude al instituto a poco menos de un mes del anuncio del premio por la Fundación Nobel.
Macchiarini —contratado en 2010 por el KI como investigador de medicina regenerativa y biología de células madres— realizó entre 2011 y 2012 tres trasplantes sintéticos recubiertos con células madre en el Hospital de la Universidad Karolinska.
Sin embargo, en 2012, pocos meses después de la operación, uno de los pacientes murió, el segundo sobrevivió durante dos años y medio y el tercero está hospitalizado en Estados Unidos.
Desde 2013, el que una vez fue aclamado como pionero del trasplante de un órgano sintético, abandonó los trasplantes de tráquea sintética en el hospital universitario, pero siguió trabajando como investigador en el instituto KI hasta marzo del año en curso. Lo anterior, a pesar de las denuncias de colegas por malas prácticas en siete artículos científicos publicados y por realizar las tres operaciones sin suficientes estudios previos. Acusaciones que en reiteradas ocasiones fueron investigadas por el KI, y de las cuales salió absuelto.
En el diario médico del Reino Unido, The Lancet, dos miembros de la Real Academia de las Ciencias de Suecia afirmaron, sobre un artículo publicado en 2011 por Macchiarini, que 'la información disponible muestra que la publicación no representa la condición del paciente de una manera correcta'.
A pesar de que el instituto ha adoptado una táctica de apertura completa frente al asunto; pues en su página web está disponible una cronología de los acontecimientos relevantes en inglés y en sueco, la confianza del público se ha desplomado. De acuerdo con la última encuesta de opinión nacional sobre las universidades suecas, el KI cayó del cuarto puesto en 2015 al duodécimo este año.
El sonado caso también ha forzado la dimisión de dos miembros de la Asamblea Nobel por presionar presuntamente al hospital universitario a favor de Macchiarini.El presidente de la junta directiva del Karolinska también renunció a su puesto.
Fuera del entorno científico, otros aspectos del carácter de Macchiarini salieron a la luz cuando la revista Vanity Fair reportó que una productora de NBC News, Benita Alexander, dijo que Macchiarini en octubre de 2014 le prometió casarse con ella en la residencia de verano del Papa, del cual afirmó ser su médico de cabecera. Según el cirujano, el Sumo Pontífice presidiría las nupcias, e incluso les permitiría usar su ‘carruaje especial’. Los planes de la visita del Papa Francisco a Sudamérica, en la misma fecha de su boda, le revelaron la verdad sobre el médico, que, además, llevaba cerca de 30 años casado con otra mujer.
Mientras tanto, la Fiscalía sueca tiene una investigación abierta sobre el cirujano por homicidio involuntario y lesiones graves.