La semana pasada un enorme pez mero -de 120 kilogramos de peso y 210 centímetros de largo- sorprendió a los pescadores de Puerto Colombia, que lo atraparon en sus redes. Hasta ese momento, el animal acuático no había llamado la atención de ninguna forma -fuera de los platos de comensales-, pese a que es una especie en peligro de extinción y la solución de los últimos tiempos del devorador pez león, que está acabando con la biodiversidad marina del país.
El mero vive en aguas donde haya sustratos duros. De hecho, llegan al Caribe porque encontraron características aptas de vida. Pero se enfrentaron con el problema de la pesca, que los tiene al borde de desaparecer.
A 2011, el mero había sufrido una reducción del 80% de su población, según la base de datos de desembarque y censos visuales submarinos de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) -una unión global de Estados, agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales-.
No obstante, no hay indicios de que la sobrepesca de este pez haya disminuido. Lo anterior, a pesar de las regulaciones que lo protegen de la pesca en países como Estados Unidos, desde 1990, y en Brasil, desde 2002.
La bióloga marina, Adriana Gracia, indicó que si bien la carne de este animal tiene muchas propiedades para los humanos, se debe proyectar un tiempo específico de pesca -como se ha hecho con otros animales-, para dejar que se reponga la cría y evitar su extinción definitiva. 'Hay lugares del mundo donde establecen fechas determinadas de pesca y otras donde es permitida, porque es tiempo de dejar que se reproduzcan los peces', afirmó.
Características de la raza
Estos peces pertenecientes a la familia de los Serránidos, poseen un cuerpo ovalado, aplanado en los laterales, con cabeza y boca muy grande; y aunque parezca ilógico, tienen dientes pequeños, diseñados para mantener a los peces dentro de la boca y no cortarlos en trozos.
El tamaño normal de un pez, como la tilapia, es de 35 centímetros. Pero el mero tiene una característica particular que lo hace diferente al resto de peces: puede llegar a medir cerca de tres metros y pesar alrededor de 400 kilos. Mientras que un pez león alcanza a medir máximo 40 centímetros; raza que se unió a la dieta alimenticia del mero.
El mero cuenta con una variedad de especies diferentes que poseen el mismo nombre, pero algunas de sus aspectos varían, teniendo en cuenta las latitudes del mundo. Es decir, mientras que en el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo es frecuente encontrar el Epinephelus guaza, en las aguas cálidas de latitudes tropicales existen las siguientes subespecies:
Mero negro: Es muy común encontrarlo en aguas del Caribe colombiano.
Mero australiano: Puede llegar a medir 3,5 metros.
Mero de Nassau: Habita normalmente en zonas más cálidas del Atlántico y es frecuentemente consumido en Estados Unidos.
Mero pinto: Cherna americana que presenta excelentes condiciones para su uso gastronómico.
Mero guasa: Es un mero gigante, puede llegar a los 300 kilos de peso.
Mero moteado: Posee una llamativa coloración con tonalidades rojizas y oscuras en forma de manchas y barras.
Depredador del pez león
Hace algunos años la presencia de especies invasoras es cada vez más frecuente en ecosistemas terrestres y marinos de todo el mundo. Hace más de 17 años el pez león es una de ellas en el Caribe colombiano, porque dentro de su dieta están especies nativas de la región; es catalogado, incluso, como una plaga. Además, porque la proliferación de la especie extranjera, conocida científicamente como pterois miles, los acerca a las orillas de las playas donde los bañistas pueden pisar sus venenosas púas.
Sin embargo, diferentes biólogos han señalado que la solución a esa problemática puede ser el pez mero, una amenaza para el pez león por su tamaño superior. 'Todo pez grande se come al pez chico', afirmó Gracia.
Joe García, biólogo de la asociación CRA, agregó que 'el mero no es el único que se puede comer al pez león, pero el gran tamaño que posee lo hace fácil depredador de especies como esta'.
Si bien el pez león tiende a expulsar sustancias venenosas, esta no le afecta al mero al momento de comerlo, por eso se convirtió desde hace algún tiempo en la posible solución a la amenaza que representa al ecosistema marino de la costa Caribe.
En vía de extinción
A pesar de ser este pez una posible medicina que erradicaría la problemática causada por el pterois miles, muchos pescadores han hecho caso omiso a esto y se han concentrado en la pesca exhaustiva de este, poniéndolo en la lista de animales que probablemente puedan desaparecer.
Una de las causas que mueve a los pescadores en su búsqueda es el deseo que despierta la carne de este animal en los comensales, ya que presenta características aptas para el consumo. 'Su carne es considerada exquisita y fina, porque cuenta con un buen sabor', afirmó el biólogo García.
Algunas de las características de su carne es que es considerado un alimento semigraso, ya que no supera los seis gramos de grasa en una porción comestible de 100 gramos.
Además, dentro de las vitaminas que aporta al organismo destacan las del grupo B. Por otro lado los minerales como potasio, magnesio y fósforo que posee el mero, tienden a regular el sistema nervioso, la actividad muscular, el equilibrio del agua celular y la obtención de energía.
El biólogo hizo énfasis en el control que se debe tener con los animales que se encuentran en peligro de desaparecer.
En el caso de peces, indicó que 'se debe recurrir a los pescadores y explicar cuándo es considerado conveniente pescar sin afectar el sistema reproductor de los animales', aunque actualmente no existe ninguna restricción legal que prohíba su pesca.