'Su hija no caminará, ni hablará'. Ese fue el pronóstico que dio un médico a los padres de Ana María Cervantes Nieto, hace 32 años. Pero el viernes pasado, Any, como le dicen de cariño, se graduó como Técnico Profesional por Competencia en Auxiliar Administrativa de la Universidad Autónoma del Caribe.
'Soy la primera chica con síndrome de Down que se gradúa de la universidad en Barranquilla', dijo la joven a la que ningún reto le ha quedado grande. Información que corroboró Uniautónoma y la Fundación Síndrome de Down del Caribe (Fundown).
Algunas de las áreas que maneja esta técnico profesional son la informática, el archivo digital y externo, entre otras.
'Yo me siento feliz porque mi meta era graduarme de la universidad, agradezco a Dios por mi familia, por la universidad que me abrió las puertas. Los profesores son muy amables, cariñosos y de buenas costumbres', afirmó Any. Y agregó, 'mi meta es trabajar'. Propósito que se cumplió, pues durante la ceremonia de graduación se enteró que desde el lunes empezará a trabajar en la Alcaldía de Barranquilla.
Ventanas que se abren
De cada 1.000 niños nace uno con síndrome de Down. Pero Any cambió los pronósticos de una sociedad desinformada, en la que según su padre, Alberto Cervantes González, no había suficientes especialistas en genética que les dieran una orientación apropiada cuando ella nació, y en la que la asociación de padres de familia de algunos colegios temía que este trastorno genético contagiara a sus hijos.
Como el dicho tradicional chino 'cuando una puerta se cierra, mil ventanas se abren', a los padres de Any se le abrieron millones de ventanas.
Una primera se abrió donde menos lo esperaban, a una distancia aérea de 8.037, 39 km. Después de ver un programa de televisión de la Universidad de Salamanca sobre un joven con síndrome de Down que asistía a cursos de informática en esa institución, Cervantes se comunicó con el doctor que llevaba el caso. A los 20 días, llegó la respuesta en una carta, donde decía en letras mayúsculas: 'Si vas a mandar a la escuela a tu hija, jamás la metas en un colegio con niños que tengan su misma discapacidad'. Palabras que han guiado las decisiones de esta familia.
Otra ventana se abrió en el Colegio Gimnasio Americano -hoy American School-, en el que Any hizo su primaria y secundaria con jóvenes 'regulares'.
Para sus padres, un primer error de algunos padres de menores con esta condición genética es pensar que ellos no son capaces. 'Porque ellos necesitan el estímulo y apoyo incondicional de su familia', dijo Myriam Nieto León, madre de Any. El resultado de este esfuerzo conjunto de padres e hijos es el desarrollo de una 'persona pensante, capaz de aprender y trabajar'.
Cervantes también contó que han sido testigos de casos de niños con esta limitación, que han venido a Barranquilla por circunstancias fortuitas, que no han desarrollado su potencial. 'Como el de un niño de siete años que hacía mandados en burro en su pueblo, muy hábil dibujando y un bailarín formidable, pero no hablaba'. Cervantes propició el tratamiento de este niño por parte de un equipo multidisciplinario, conformado por un terapeuta del lenguaje, un terapeuta físico y psicólogos. 'A los dos meses el niño empezó a hablar', relató.
La meta de la universidad
Activa, valiente, trabajadora y capaz son algunas de las cualidades que definen a Any, que invita a las empresas e instituciones a que los ayuden a avanzar en sus sueños y metas. 'Nosotros no somos enfermos, somos personas capacitadas para trabajar, para seguir firme (...) y lo más importante del mundo, ayudar a las otras personas que tienen el mismo síndrome, apoyarlos para que tengan su mayor capacidad'.
El motor que impulsó la meta de esta joven de estudiar en la universidad fue el ejemplo de sus hermanas. 'Ella quería ser igual a ellas, ahora que se graduó dijo que ahora sí quedó en el mismo nivel de ellas', afirmó la madre.
Esta también explicó que 'toda la vida las hermanas fueron tratadas igual, ese es el ejemplo que han recibido y el patrón de conducta que ellas tienen'.
En la universidad, Any expresó haber disfrutado compartir con sus compañeros, de los cuales afirmó que fueron un apoyo importante. 'De la universidad aprendí muchas cosas y puedo agradecer a todos los que estuvieron conmigo, que me abrieron las puertas', dijo.
Entre todas las materias vistas en la universidad, su favorita fue Servicio al cliente. 'Con mi profesora Patricia aprendía muchas cosas (...) Hicimos la primera presentación que fue cultural, todo el grupo, hubo teatro, danza y fashion show'. No le gustó mucho la asignatura Archivo, pero Any está siempre dispuesta.
Víctor Gónzalez Solano, director de Bienestar Universitario -área donde la joven realizó sus prácticas profesionales-, fue testigo del apoyo incondicional que brindó la joven. 'La arropamos en Bienestar y la apreciamos mucho, es una excelente trabajadora'.
'Any siempre estaba con la camiseta puesta', dijo Rodney Molina, director de Comunicaciones de ese centro académico.
Manos creativas
'Tú vieras los dibujos y las pinturas que hace', manifestó Myriam Nieto, sin contener la emoción. Luego mostró llena de orgullo un video de Any dramatizando la canción de Pimpinela, Olvídame y pega la vuelta.
Manos Creativas es el nombre de la empresa que Any ideó. A la pregunta de por qué le puso ese nombre, respondió: 'mis manos son creativas, yo pinto, hago bolas de Navidad, hago collares, pinto en platos de porcelanicron'.
La madre de Any considera que existe un amplio margen de posibilidades para los niños, jóvenes y adultos con síndrome de Down. Solo necesitan oportunidades, 'que les abran las puertas, porque ellos no están enfermos, como muchas personas siguen pensando, tienen una discapacidad, pero ellos son inteligentes, son capaces de aprender y de trabajar'.
Paz y amor
Any aprovechó la ocasión para enviarle un mensaje al presidente de la República, Juan Manuel Santos: 'Querido presidente que en Colombia se haga la paz, que aleje la pobreza de Colombia y lo digo como una persona que tiene síndrome de Down. Como cierre de este año deseo que en Colombia se haga la paz'.
Según Cervantes y Nieto 'la cuestión es persistir', darles estímulos desde muy temprana edad, y en el curso de la vida 'continuar ese plan con mucho amor'. A partir de ahí, emergen virtudes y posibilidades que no se imaginaron.
Insisten en que nadie puede desistir cuando se tiene un hijo con limitaciones, no se puede dejar de insistir en la búsqueda de nuevas alternativas o nuevas condiciones de superación.
'A veces se quedan en las limitaciones e inconsistencias que tiene su conducta, dejando de explorar el inmenso potencial que hay dentro de ellos', concluyeron.