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'Yo no soy de por aquí, yo soy muy barranquillero', coreaba la canción de uno de los cantantes más prestigiosos que ha dado la Puerta de Oro, Nelson Pinedo, y cuyo talento fue arrebatado ayer para siempre por una enfermedad coronaria.

Nacido en Barranquilla, un viernes 10 de febrero de 1928, Napoleón Pinedo Fedullo, mejor conocido como Nelson Pinedo, es hijo de una familia humilde del barrio Rebolo —Producto del matrimonio de Alejando Barranco, músico empírico, y Rosa Amelia Fedullo, una ama de casa—, siempre tuvo una gran afición por la músico y cultivo el sueño de ser cantante de la legendaria orquesta de salsa ‘La Sonora Matancera’.

En su juventud, la precariedad económica de su familia lo llevó a que se desempeñará en muchos oficios, y paralizara sus estudios de secundaria. Finalmente se gradúo, y tomó un curso como corresponsal bilingüe.

Cuando tenía 18 años el locutor Osvaldo Villanigro descubrió la potencial voz de Nelson y lo llevó a trabajar en la emisora local La Voz de la Patria.

En 1947, un incidente en la emisora le cambió la vida. La voz principal de la agrupación Los Olímpicos del Jazz no llegó a la presentación, y Nelson, como recomendado de Manolo Pulido a Julio Lastra, lo reemplazó.

Después de su impecable debut, el maestro Lastra le propuso que hiciera parte de su agrupación como cantante de boleros y baladas.

Ahí empezó lo que sería una gran carrera musical que poco a poco iría creciendo hasta convertirse en uno de los mayores exponentes de la música barranquillera y uno de los precursores en expandir las fronteras de la música colombiana.

'El legado de Nelson Pinedo es importante para la ciudad porque él le dio reconocimiento a Barranquilla a nivel internacional', comenta Eucaris Guerra, docente de Bellas Artes, de la Universidad del Atlántico.

Pinedo, que vivió sus últimos días en Venezuela, siempre se caracterizó por ser una persona alegre y con un gran sentido del humor, que incluso resaltaba durante sus presentaciones en conciertos y establecimientos.

'Creo que ese deseo de amar la vida es lo que me mantiene así de alegre. Me considero algo intrínseco dentro de esa vida. Soy uno más, pero quiero contribuir a que este mundo sea más vivible', dijo el desaparecido cantante en una entrevista publicada por la revista Miércoles.