Las artes sonoras, visuales y escénicas convergen para ofrecerles hoy a los barranquilleros la puesta en escena de la obra Carmina Burana —canciones de Beuern (pueblo alemán), en español—, del compositor Carl Orff. La cita es con la Universidad del Atlántico, que celebra sus 75 años. El lugar del reencuentro con las emociones medievales, la concha acústica del parque Sagrado Corazón. La hora, las 5:30 p.m.
Con cerca de 160 estudiantes de los cinco programas de la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico –Arte dramático, Artes plásticas, Danza, Licenciatura en música y Música profesional–, se hizo el montaje de esta apuesta que vienen preparando desde hace un año.
Durará aproximadamente 55 minutos y el componente sonoro estará en latín.
'Es un regalo que damos con todo nuestro cariño a la ciudad', afirma Guillermo Carbó, decano de la facultad de Bellas Artes de la institución académica.
La rectora de la institución, Rafaela Vos Obeso, manifestó que 'esta propuesta estética mostrará a quienes asistan cómo los profesores y estudiantes de la escuela de Bellas Artes pueden hacer trabajos de gran impacto estético y con profesionalismo en la ciudad'.
De acuerdo con Carbó, la iniciativa es una adaptación de la obra de Orff, pues además del componente sonoro, hay uno visual y escénico. Asimismo, 'una adecuación al contexto nacional y a la realidad social de Barranquilla'.
Agrega que la relación de los seres humanos con sus emociones en ese periodo de la historia 'son las mismas de hoy'. Por ello, en la obra que se presentará se mezclarán la Danza del Garabato (que representa un enfrentamiento entre la vida y la muerte) y la danza macabra medieval (la muerte dominó la Baja Edad Media y frente a ella no había resignación cristiana, sino terror ante la pérdida de los placeres terrenales).
'En ellas se puede ver claramente como los temas tratados no pierden vigencia. Todo gira dentro de la rueda de la fortuna. La esencia de los sentimientos no cambia con el tiempo, solo la forma de expresarlos. Se traslada el pasado al presente, pero a un presente que se identifica con el pasado'.
La simbología fue otro de los elementos de los que se valieron para hablar sobre el proceso de transición a la paz que atraviesa el país, explica María Vinent, directora del grupo de investigación Feliza Bursztyn. Dice que 'expresar bienestar y malestar es un derecho que se da en el ámbito de la paz'.
Carmina Burana
Durante la Edad Media, entre los siglos XII y XIII, se componía música profana escrita en latín. Fue conservada en único códice —libro manuscrito que tiene importancia histórica o literaria, en especial cuando es anterior a la invención de la imprenta— encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en una abadía en Baviera.Hoy reposan en la Biblioteca Estatal de Baviera, en Múnich.
Goliardos —término utilizado durante la Edad Media para referirse a cierto tipo de clérigos vagabundos y a los estudiantes pobres pícaros—, al parecer, eran los escritores de estas obras que hablaban de la muerte, el amor y el desamor y los placeres terrenales. En este sentido, contienen una crítica satírica a toda la sociedad, en particular a quienes ostentaban el poder.
Carmina Burana, la obra musical contemporánea escrita para coro y orquesta, se basa en la música profana. La versión de Orff, siguiendo la línea de la medieval, consiste en una serie de poemas propuestos para ser cantados por masas de estudiantes y obreros y grupos infantiles, a través de ritmos y melodías que aparentan poca complejidad.
Participación
Un equipo interdisciplinario forma parte de esta propuesta. La dirección musical está a cargo de Fernando Reina y Marisol Córdoba. Juan Carlos Dávila y Karina Herazo tienen la dirección de imagen.
Tania Iglesias dirige la coreografía. Mientras que el vestuario y escenografía están en manos de Eduardo Chavarro y Juan Calderón. Jorge Suárez se encarga de la creación audiovisual y Shirley Álvarez del diseño gráfico. Entre otros, también cuenta con el apoyo de la coordinación del programa de Arte dramático.