Desde hace 30 años muchos wayuu se arrojan al tren para suicidarse. A este hecho desconocido por muchos se le unen otros males que padece la comunidad indígena de La Guajira, como la desnutrición infantil, el cambio de nombres y el impacto de las multinacionales. Esta realidad –tan pavorosa como real– es narrada a través de la ficción por el escritor caleño Philip Potdevin en su último libro, Palabrero.
Con la vida de un abogado wayuu como hilo conductor, el autor pone en evidencia una realidad que, parada ante los ojos de un país, es ignorada por este. Potdevin habló con EL HERALDO sobre su proceso creativo y los hallazgos más escabrosos que encontró sobre esta comunidad.