Además de los cientos de agüeros -como usar la ropa interior de color amarillo, comer doce uvas, lanzar lentejas, dar una vuelta a la manzana con una maleta y dar un beso a medianoche-, el 31 de diciembre es la fecha escogida por muchos para coger papel y lápiz, sentarse en un lugar cómodo y empezar a fijar cuáles serán las metas que se propongan para cumplir a lo largo del próximo año.
Adelgazar, ir al gimnasio y tener un estilo de vida saludable, aprender idiomas, conseguir empleo y hasta tener pareja son algunos de los deseos más comunes que suelen anotar las personas. Hay otros que consideran necesario cambiar aspectos de sus vidas, como mejorar la relación familiar, conseguir estabilidad económica y tener hijos. Pero, ¿cuáles de esos objetivos se logran?
Metas del primer mes
Aunque algunas de las metas quedan en palabras escritas, muchas otras se cumplen antes de finalizar el nuevo año.
Diferentes expertos aseguran que se toma como referencia esta fecha, puesto que 'genera la sensación de un comienzo nuevo, en el cual es más posible hacerlas realidad. Todo ciclo tiene un inicio y un final'.
De esa manera la neuropsicóloga Nury Lugo indicó que como seres humanos tenemos la necesidad de 'reinventarnos constantemente' y vemos el mes de enero como punto de partida ya que es el inicio de un nuevo año y 'es normal relacionarlo con nuevas oportunidades'.
'Como seres humanos sentimos la necesidad de iniciar algo nuevo cuando otra cosa termina. Por lo tanto, nos proponemos una serie de metas para ir realizando a lo largo del año', agregó.
Sin embargo, la experta afirmó que generalmente tenemos el pensamiento de 'todo o nada, y en ocasiones esto nos llena de frustración si vemos que no sale todo como esperamos, y es ahí cuando se renuncia a la idea de seguir luchando por lo planeado'.