El viernes 13 es considerado como el día de la mala suerte en varios países, sin embargo el origen de esta creencia es desconocido para muchos.
El 13 de octubre de 1307 dejó su huella en la historia como un viernes sangriento para la orden de los caballeros templarios que significó el fin de su era.
El Rey Felipe IV, con apoyo del Papa Clemente V, inició una persecución masiva durante la madrugada en contra de los caballeros luego de una estrategia enviada a todos sus dominios para que la persecución se hiciera en simultáneo acusándolos de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos.
Luego de confiscar sus bienes, los máximos representantes de la orden fueron llevados al islote de Sena, denominado la Isla de los Judíos, para ser quemados en la hoguera.
Según se cuenta, Jacobo de Molay, miembro de los caballeros, antes de morir dijo: 'Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad'.
Luego de ese hecho, en menos de un año Felipe IV y Clemente V fallecieron.