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Entre lectura de fragmentos y debates en torno a los conceptos de lo que es lengua, lenguaje y discurso, además de la relación entre pensamiento y lógica, avanza el X módulo de formación de la Escuela de Redacción Periodística Olga Emiliani, de la Casa Editorial EL HERALDO, que cuenta con la participación de 18 jóvenes seleccionados, en su mayoría estudiantes y egresados de la Comunicación Social y el periodismo, aún cuando hay algunos de profesiones afines.

El primer día, el director del periódico, Marco Schwartz, luego de dar la bienvenida a los estudiantes, les habló sobre la labor que realizó la periodista Olga Emiliani como editora de este diario, y quien fue una férrea vigía de la redacción periodística. 

También explicó que la idea de la escuela de formación surgió del fallecido cronista Ernesto McCausland –quien fuera editor de este diario– para rendirle homenaje a Emiliani, quien fue pieza fundamental en la formación de grandes figuras del periodismo de la Región Caribe, entre ellos el mismo McCausland.

El director expresó que la labor del periodista no es fácil y exige mucho esfuerzo. Además mencionó que la 'curiosidad y la pasión' deben ser inherentes a la profesión.

Iván Bernal, editor jefe, y Rosario Borrero, jefa de redacción, también aconsejaron a los nuevos integrantes sobre la responsabilidad que deben asumir para aprender del arte del buen escribir, además de aprovechar la oportunidad que se les está dando para que conozcan de primera mano cómo funciona la redacción de un periódico y se formen con los periodistas más experimentados.

En la presentación, los estudiantes expusieron los motivos por los que se inscribieron en la escuela, además de sus expectativas. Edgardo Orozco, administrador de empresas graduado en los Estados Unidos, pero amante de la escritura, contó que mientras estuvo en un servicio comunitario en África vio cómo una mujer lloraba desconsolada mientras leía una noticia en el periódico. Contó que agarró el diario y también terminó llorando cuando leyó la noticia sobre el apartheid. Resaltó que más allá de la noticia, lo que le llamó la atención fue cómo estaba redactada la información. De ahí, aseguró, que la redacción tiene el poder de llegar adonde sea, sin importar las diferencias culturales. Por eso dijo estar dispuesto a aprender a escribir bien.

El instructor de la Escuela, el escritor Joaquín Mattos Omar, trajo a colación a autores como Truman Capote con su obra El látigo que Dios me dio, en la que el autor se hace consciente de la diferencia entre escribir bien y mal. También recordó al escritor Raymond Carver, al momento de presentar los beneficios de asistir a escuelas de formación en redacción: 'Este aprendizaje lo que hace es acelerar un proceso que en la soledad de tu casa resultaría más costoso, largo y tedioso. Aprendí rápidamente cosas que hubiera tardado en aprender mucho más tiempo'.

Las clases de la Escuela Olga Emiliani se realizan de lunes a viernes de 7 a 9 a.m., y los sábados de 8 a 11 a.m., en las instalaciones del periódico, y buscan incentivar la pasión por el periodismo y el gusto por la escritura periodística, así como promover los nuevos talentos en este oficio. El módulo finalizará el viernes 17 de marzo.