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Desde 14.000 pies de altura venían descendiendo a 240 kilómetros por hora un par de marimondas que, finalmente, pusieron sus pies en la arena de Playa Mendoza. Se trata de Nicolás Rubio y Ana Aponte, una pareja bogotana de paracaidistas que este jueves decidió lanzarse una vez más desde un avión, pero esta vez vestidos con el típico disfraz del Carnaval de Barranquilla.

Ana y Nicolás –con cerca de 10 años de experiencia en el paracaidismo– crearon en compañía de otras personas, hace cuatro años, la escuela Xielo Skydive, con la cual buscan, desde hace un mes, desarrollar y fomentar esta disciplina en el Atlántico y en el Caribe.