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Las morisquetas del Son de Negro de Santa Lucía, los arriesgados juegos de los Diablos Arlequines de Sabanalarga, el baile de los Burros Corcoveón de Pital de Megua y la música de la Banda de Baranoa son algunas de las manifestaciones artísticas del Caribe que este mes se han dado cita en los rincones más carnavaleros del Atlántico.

Más de 500 mil personas, entre locales y turistas, han asistido a esta fiesta patrimonial que expandió sus horizontes geográficos fuera de Barranquilla con la Ruta de la Tradición. La iniciativa de la Secretaría de Cultura y Patrimonio Departamental recorre en desfiles los municipios de Puerto Colombia, Sabanalarga, Santo Tomás, Baranoa, Galapa y Piojó para conocer las expresiones más autóctonas del Carnaval.

El programa tiene como objetivo fortalecer la oferta cultural del Atlántico exaltando esas danzas, cumbiambas, disfraces y comparsas cuya salvaguarda se centra en distintos municipios fuera del Distrito. Por eso la ruta potencializó siete de los grandes eventos carnestoléndicos del Departamento.

La primera parada fue en Puerto Colombia, donde su majestad la cumbia llenó el municipio costero de baile a punta de flauta de millo del 10 al 12 de febrero. 'Dos mil cumbiamberos hicieron parte de esta festividad que contó con la participación del maestro Pedro ‘Ramayá’ Beltrán, quien se presentó en la coronación de la XXII edición del Sirenato de la Cumbia ante casi 40 mil espectadores', señaló la secretaria de Cultura del Atlántico, María Teresa Fernández.

El recorrido continuó el pasado sábado 18 de febrero con dos eventos. Uno de ellos fue la Batalla de Flores y Reinado Intermunicipal de Santo Tomás, que en esta ocasión contó con vallas para limitar el desfile al que cada año asisten miles de personas, lo que corrigió la desorganización de otras ediciones.

'Sus casi 300 mil espectadores gozaron de un espectáculo con 11 carrozas, 87 comparsas y 2.800 bailarines, que recorrieron 3.5 km con diferentes ritmos y un excelente comportamiento durante las casi 7 horas de desfile', afirmó Fernández.

Y la noche del sábado se iluminó con la Guacherna del Caribe, en Sabanalarga, que celebró sus 30 años con 85 grupos, 12 de ellas provenientes de distintas poblaciones de la costa colombiana. Diablos Arlequines, Garabato, Gusano y la Cumbiamba la Gran Familia, propias de este municipio, dieron la bienvenida al Caimán Cienaguero, a las Piloneras del Cesar y a los Embarradores de Riohacha, entre otros.

El domingo 19 de febrero, el Carnaval del Recuerdo de Baranoa rescató las danzas, cumbiambas y disfraces más tradicionales de la fiesta que están o estuvieron en riesgo de desaparecer. Además, mostró los semilleros de los goleros, arlequines y cumbias, resaltando la labor educativa de sus hacedores. Unas tres mil personas entre bailarines y disfraces deleitaron al público en este desfile.

Y donde los artesanos nutren de arte el Carnaval con sus máscaras y disfraces: Galapa, se realizó la Gran Parada del Folclor, también el domingo. La actividad se llevó a cabo con la participación de 57 grupos locales y 38 de otros municipios y ciudades del Caribe, y un total de 3.100 bailarines.

'Cada uno de estos desfiles fue apoyado por la Secretaría de Cultura del Atlántico, no solo con recursos económicos, sino también con asesoría logística y organizativa, una gran promoción en Barranquilla y un opening que destacaba el orgullo de ser atlanticense', expresó la jefe de cartera.

La Ruta de la Tradición continúa en Piojó con el Festival y Reinado Departamental de Palma Amarga, del 25 al 27 de febrero, donde se vive el rescate de la música de viento al ritmo de porro y fandango. Y el 26 de febrero con el Festival de orquestas de Baranoa.