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Hace poco más de un mes, dos artistas residentes en España llegaron a Colombia para explorar el territorio sonoro del Caribe y encontrar en sus comunidades vulnerables su relación más íntima con la protección del medio ambiente. Carlos María Romero y Santiago Latorre trabajan colaborativamente desde la residencia Caníbal, donde preparan intercambios culturales.

Proyecto AEIO es el nombre tentativo de la iniciativa que se encuentra en etapa investigativa, y que busca desarrollar una experiencia escénica sonora que involucra voz, interacción creativa con sensores de movimiento, luz, temperatura y otros elementos de performance.

Ello partiendo de la inserción en comunidades que se resisten a la privatización, explotación y contaminación de recursos elementales como el aire, la luz, el agua y la tierra tanto en Aragón, España, como en la Región del Caribe colombiano.

'Intentamos conectar con procesos de educación ambiental que ya están sucediendo en el Caribe colombiano, y a partir de esos encuentros queremos construir una serie de composiciones sonoras que a final queremos presentar en vivo con las mismas personas de la comunidad que trabajen con nosotros', explica María.

En la primera etapa del proyecto, los artistas están conociendo las distintas manifestaciones de música y danza, tanto folclóricas como contemporáneas, en las comunidades, y analizando en ellas la forma en que se relacionan con los recursos ambientales y la actitud de resistencia que pueden tomar frente a la contaminación.

En este trabajo los está apoyando el gestor ambiental Iván Bustillo, de la Red de Empoderamiento Ciudadano del Caribe, que promueve la sostenibilidad urbana a través de procesos educativos.

'Queremos conversar con las comunidades, inicialmente en Barlovento y después en Las flores, para conocer esas dinámicas y luego llevar a cabo estrategias educativas para sensibilizarlos con las mismas piezas sonoras que resulten del proyecto', señala Bustillo.

Residencia de caníbal

Este proyecto constituye el primer intercambio del año de la residencia Caníbal, un espacio dispuesto por la Fundación Divulgar para la difusión de arte fuera y dentro del país, por medio de estadías de artistas internacionales en la ciudad.

'Es una casa abierta a cualquier artista de cualquier parte del mundo que quiera conocer los procesos artísticos que se desarrollan en la ciudad, e involucrarse con ellos por medio de un proyecto personal o de intercambios culturales con distintas comunidades', expresa Jaider Orsini, curador de la fundación.

El propósito de Caníbal, en concreto, es hacer visible el trabajo de artistas, curadores e investigadores emergentes a partir de la producción de proyectos artísticos, expositivos y residencias que promueven la investigación y creación dentro y fuera del contexto local.

'Yo soy barranquillero pero tenía muchos años sin venir, y Santiago es la primera vez que viene a Colombia. En ese sentido, el apoyo acogido desde la residencia Caníbal ha sido muy bueno para nosotros. Más allá de la estadía, es un puente para conectarnos con la ciudad, porque han entendiendo la sensibilidad con la que nosotros trabajamos que es diferente al habitual', afirma María.