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Ya se siente a la gente más relajada. Paso por la panadería 20 de Julio y está a rebosar. Todos salen de allí con su juguito de naranja para bajar el guayabo. Yo me como mi ensalada de frutas de la esquina de la 72 con 41 y quedo lista.

Más tarde, llego al desfile de la Gran Parada de Comparsas, me encanta, se ven disfraces de lo más original. Pero lo que más me impresiona son los bailes de samba. Es un estilo de mucho movimiento. ¡Además, se ven mujeres y hombres con casi nada de ropa! Jajajaja Sin pena y con orgullo los bailarines andan por la 40, sin preocupaciones.

Para una persona como yo, estar con tan poquita ropa es algo que sorprende. Porque en nuestro país, por el tema del frío, casi no se ve a gente casi desnuda... El lado positivo: no se mueren del calor.

¡También me llama la atención ver tantos disfraces de imitaciones a personas conocidas! ¿Cuál sería el propósito? Hacer reír a la gente? Vi a uno con una pinta de Donald Trump y otra de Popeye, ¡que se parecía muchooo! Me pregunto si ellos hacen el desfile gratis, o piden dinero por el entretenimiento.

Ahora estamos en los palcos, pero veo a toda esa gente afuera, haciendo todo lo posible para ver al desfile. Los niños se suben a las ramas de los árboles y se divierten tirándose espuma y a los que pasan cerca de ellos en el camino. Me doy cuenta que los carnavales no es solo ver y sentarse bajo la sombra que da una tela, la gente también se tira maicena y come chuzos.

Siento que uno se divierte más caminando con su combo, todos con las camisetas para que uno no se pierda, jajaja, o comiendo mango con sal y tal vez un traguito de ron o una cerveza bien helada, ¡por favor! Hay cosas que me duele observar, como los burros atados todo el día bajo este sol.

¡Y me dan risa los baños! ¿Hay que pagar para hacer sus necesidades? Entiendo que es algo muy común en Sudamérica. Pero ajá, eso no deja de sorprenderme jejejeje.

Hoy nos vamos temprano, porque esta noche es Festival de Orquestas y me dijeron que es algo a lo que no puedo faltar. Hoy he comido una sopa en la calle, pero sin carne ya que no como más carne. Estuvo delicioso y barato. Los vendedores ambulantes de gafas me salvaron la vida hoy jajaja; ya que se me habían olvidado las gafas en la casa. Un mismo par de gafas puede costar 15 mil según un vendedor, pero si sigues buscando, uno te cobra 10 mil hasta 5 mil. Veo que todos tratamos de ganar nuestra platica. A pesar de que ya llevo bastante tiempo aquí, siempre tratan de venderme las cosas al precio doble. El costo de tener piel blanca y pelo mono jajajaja. Pero ajá ya conozco el valor de las cosas.

Ya no he sentido ningún estrés en la gente. Siempre me dicen que debo tener cuidado de los ladrones. Entonces me quedo pendiente, pero siento que no es como antes, que ya las calles tienen más gente de seguridad, entonces menos atracos.

* Por Magali Cuvilli