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En el Parque Tayrona se hizo el primer registro, para el Caribe colombiano, de un macroinvertebrado que permite el mantenimiento de la calidad de los cuerpos de agua, la oxigenación de los mismos y el abastecimiento de nutrientes para otras especies.

Del género Cabecar, el efemeróptero –o insecto– fue descubierto tras un año de profundo y detenido estudio por científicos del Grupo de Investigación en Ecología Neotropical, (Gien) adscrito al programa de Biología de la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad del Magdalena.

El trabajo investigativo se inició a solicitud de la Unidad de Parques Nacionales, que lo financió, en virtud de la situación climática y los cambios que ello genera en el ecosistema. Para tal efecto firmaron un convenio, cuyo resultado arrojó el 'importante aporte científico'.

Hallazgo esperanzador

El insecto había sido registrado en Centroamérica, concretamente en la zona costera de Panamá, Costa Rica y Nicaragua, al igual que en el suroriente colombiano, específicamente en el departamento de Caldas.

'Su presencia en el Parque Tayrona es una razón para afirmar que el recurso hídrico, en esas zonas, presenta un buen estado de conservación', afirma Sandra Vilardy, bióloga marina, doctora en ecología y medio ambiente y decana de la facultad de Ciencias Básicas del centro de estudios superiores del Magdalena.

Destaca que cada reporte de un nuevo miembro de la diversidad en el Parque Tayrona 'es una evidencia más de la joya de la corona que tenemos'.

'Es una muestra de la especialidad que tiene esta reserva natural para albergar fauna única en el mundo', enfatiza.