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Con ocasión de la celebración de los 50 años de la publicación de Cien años de soledad, del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, comenzó este miércoles el primer ciclo del conversatorio ‘Hablemos de Gabo’, que en esta edición girará en torno a los 10 primeros capítulos de esa obra maestra.

La iniciativa para leer a Gabo realizada por el Parque Cultural del Caribe —a través de su centro de documentación especializado en la obra de García Márquez, denominado Mediateca Macondo— consta de nueve encuentros los miércoles de la tercera semana de cada mes, a las 4 p.m, en las instalaciones del complejo.

Amilkar Caballero, coordinador de la maestría en literatura hispanoamericana y del Caribe de la Universidad del Atlántico, estuvo a cargo del primer encuentro, en el que compartió algunas claves para leer el primer capítulo, que fue leído en voz alta durante la sesión, de Cien años de soledad.

Caballero también comentó perspectivas, desde la que él ha abordado la obra, y teorías que han hecho críticos sobre la propuesta del autor.

El experto mencionó que en ese apartado de esa ficción el significante 'era igual o más importante que el significado. La idea de García Márquez era construir algo que rayara en lo poético, que sonara muy bien y que capturara al lector por esa construcción bien hecha del significante'.

Resaltó ante los asistentes que el hijo del telegrafista 'en cualquier momento, a pesar de que está tratando temas muy serios o relacionados con asuntos históricos, religiosos y míticos, asomaba el humor o la jocosidad costeña'.

Dice Silvana Benedetti, coordinadora de colección de la Mediateca Macondo, que la actividad de ayer buscó centrarse en los mitos fundacionales de una de las novelas más traducidas. Así, menciona que el recuerdo que llega a la mente de Aureliano Buendía en el momento previo a su fusilamiento es la vez que su padre lo llevó a conocer el hielo, 'un aparte en el que se mezclan lo fantástico y lo mundano (parte de la realidad, lo existente)'.

Explica María Eulalia, directora del Parque Cultural del Caribe, que la Mediateca 'se creó como un espacio, en homenaje a Gabo, que reuniera toda la documentación relacionada con el cataquero (libros, revistas, periódicos, documentales, producciones de ficción y fotografías)'.

Agrega que esta propuesta busca generar nuevas experiencias alrededor de la lectura, evocando recuerdos y trayendo a expertos de acuerdo con la temática abordada en la obra. Por ejemplo, el año anterior trajeron a un cura para comprender el relato 'La santa', de Doce cuentos peregrinos.