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'Estéreo Picnic estuvo increíble', 'Cómo así, ¿por qué no fuiste?' y '¡Tienes que ir a Estéreo Picnic!', son apenas tres de las frases que escuché a mis amigos decirme -incluso, reclamarme- durante años y este año, el día llegó. El 2017 marcó la primera vez que asistí a un festival de música de talla internacional y lo hice en Colombia.

Desde que se dio a conocer el listado de artistas y vi a dos de mis favoritos programados para el mismo día, The XX y The Weeknd, supe que el jueves 23 de marzo, primer día de Estéreo Picnic, sería inolvidable. Y a decir verdad, así lo fue.

Pero el festival es más que música. Llegué a eso de las cinco de la tarde y mientras esperé pacientemente para escuchar y corear mis canciones favoritas de estos dos grandes a nivel mundial, me dediqué a explorar el parque 222 y todo lo que el lugar tenía para ofrecer.

En mi recorrido vi personas de todas las edades, algunos con atuendos que desafiaban el frío bogotano y otros preparados con carpas y chaquetas impermeables en caso de que la lluvia hiciera lo suyo.

El letrero de Estéreo Picnic es una parada obligatoria y eso fue lo primero que hice.

Piscina de bolas, una máquina de dulces gigante e incluso una lluvia de hamburguesas, literalmente, son algunas de las actividades que hay disponibles para todos los asistentes. Eso sí, el diseño de cada una de estas instalaciones, realizadas por diferentes marcas comerciales, parece ser igual de importante que la diversión y satisfacción que estos puedan traer a quienes les saquen provecho.