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Con una sonrisa, un café y una manilla en su muñeca izquierda que lleva la bandera de Colombia, Mireille Fanon-Mendès-France expone sus pensamientos sobre la situación de los migrantes en Europa y aterriza en el posconflicto colombiano, que para ella 'debe ser construido sobre la justicia y no sobre mentiras'.

Mireille, de nacionalidad francesa, experta en el Grupo de trabajo sobre los Afrodescendiendes ante el Consejo de la Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y la Fundación Frantz Fanon. Será la encargada de la conferencia inaugural de la Cátedra Europa hoy a las 10:30 de la mañana en la Universidad del Norte.

En diálogo con EL HERALDO cuenta que lo más difícil de la situación migratoria europea es 'encontrar la articulación entre Parlamento Europeo, gobiernos y sociedad civil' debido a que el Parlamento 'toma medidas contra la discriminación, el racismo, discursos de odios, pero implementar eso se hace pesado, y si se hace es en un nivel muy bajo'.

Destaca que la crisis actual no se origina en la sociedad civil, por el contrario, son quienes reconocen la problemática. Desde las guerras hasta crisis ambientales, pasando por las actividades de saqueo de las multinacionales, son causantes de las recientes migraciones.

En el plano económico encuentra otra causa, como lo son las imposiciones del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial 'que obligan a muchos Estados a ejecutar medidas que causan a su interior pobreza o debilitamiento institucional, y en últimas desmejoran la calidad de vida', explica.

Nuevas formas

Una reflexión que plantea es que estas nuevas formas de migración se dan 'porque hay unas nuevas formas de colonización que aparentemente no utilizan la violencia'. Es claro que muchas de las medidas que se aplican en estos Estados comienzan por imposición o recomendación.

'Esa nueva forma de colonización cuenta con la aceptación del Gobierno, antiguamente fue colonizado por la fuerza y hoy es colonizado por un conjunto de políticas, algunas de estas políticas migratorias', añade Fanonn-Mendes.

Ella, hija del psiquiatra, filósofo y revolucionario Frantz Fanon, asegura que se establece una relación en algunos países al escuchar la palabra migrante, y es el hecho de asociarla con terrorismo.

'A través de ese temor a la migración quien dice migrante, dice terrorismo. Ahí viene la xenofobia, que se desencadena y termina, en algunos casos, con el asesinato de migrantes a manos de la sociedad civil. Frente a él hay un temor', asevera.

Esa crisis de migrantes, indica, está siendo utilizada por los gobiernos para reducir derechos económicos y sociales, además de amenazar las libertades públicas.

Es en este punto donde los gobiernos tienen que reflexionar respecto a que 'el inmigrante no es culpable de su situación. La causa es que los gobiernos occidentales han exportado la guerra, políticas económicas y de alguna forma tienen responsabilidad en el cambio climático. Hay que asumir y acoger a los migrantes. Dejar de comportarse de manera hegemónica e imperialista'.

Basados en el miedo

Aunque no se considera experta en la situación de América Latina, ha seguido las discusiones que se dan en Estados Unidos y las políticas del presidente Donald Trump, como el muro.

Analizando esas políticas, lo que puede decir es que 'detrás de eso hay un miedo hacia el otro y una debilidad de ese gobierno en entender las ideas de comunidad y solidaridad internacional'.

Esta gran debilidad puede estar basada 'en que la esclavitud se encuentra en la base del sistema capitalista, lo que condujo a nuevas forma de esclavitud, y está presentando rupturas o fracturas'.

Del otro lado hay un escenario esperanzador, porque encuentra una sociedad civil muy activa. 'Tienen que trabajar en la articulación para que logren tener éxito', es su recomendación.

Expone que muchos gobiernos occidentales han dejado de creer en el hombre y tienen únicamente esperanzas en el mercado financiero. Eso se contrasta 'con una sociedad civil que está abogando por un nuevo hombre.

Ese ser humano que está mirando está mirando la situación actual, y debe tomar lo mejor, desechar lo peor y reconstruirse'. Es ahí donde 'está lo esperanzador del momento'.

En Colombia

En nuestro país considera que la sociedad civil se debe articular 'para reivindicar la importancia del ser humano'.

Aquí 'por un lado encuentras unos movimiento sociales que trabajan en el reconocimiento y defensa de los derechos, pero por otro está un gobierno que en el capítulo de afrodescendientes del Acuerdo de Paz tenía 20 páginas y apenas quedan cuatro'.

En su línea de pensamiento 'puede ser un síntoma del valor que se le da a esta comunidad. Hay que tener un trato equitativo'.

Sostiene que es encontrar las responsabilidades en este proceso, 'si no se reconocen los crímenes contra la humanidad no será posible hablar de posconflicto, se construiría sobre la mentira'.

Del futuro colombiano tiene un gran cuestionamiento respecto a la reivindicación de las víctimas.

'Cuando se da el fin de la esclavitud lo que se hace es indemnizar al propietario, pero al que sufrió la esclavitud no se repara'. En Colombia pareciera que puede suceder lo mismo 'si las comunidades afrodescendientes víctimas y que están en el origen de este conflicto armado no son reparadas y reconocidas. Aunque son dos escenarios diferentes estamos frente a lo mismo. Se habla de reparación económica, pero no hay ese reconocimiento de la víctima. Lo que hay es un crimen contra la humanidad por el no reconocimiento y la no reparación de las comunidades', concluye.

Juventud: Deben asumir

Para Fanon-Mendès-France es difícil darle un mensaje a los jóvenes, de hacer o no, la revolución, 'pero hay que acompañarlos, abrirles las puertas y discutir con ellos'. Es muy autocrítica con lo que ha hecho, y lo que consiguió su generación. 'Decirles qué hacer a los jóvenes es muy complicado, mi generación falló al no ir hasta el final, logró el desmonte del modelo colonizador, pero falló en lograr la emancipación del hombre. Sigue existiendo el maltrato hacia el ser humano', manifiesta.

Y es desde su experiencia, donde podría mostrarles los errores para que ellos realmente consigan la reivindicación.

El mensaje, basándose en una frase de su padre, es: 'Cada generación debe tomar su responsabilidad, asumiéndola o traicionándola'.