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Hace 35 años Gledy Foliaco disfrutaba caminar por las calles de Barranquilla, recibir visitas en la terraza de su casa y disfrutar el que llama ‘el Carnaval del bordillo’. Hoy Estefanía Correa, de 18 años, usa el Transmetro para llegar a la Universidad, se reúne con sus amigos en los grandes y nuevos centros comerciales y pone un carro con sonido potente para festejar los cuatro días de Joselito.

Barranquilla en la época de los millennials luce moderna y cambiante; es la ciudad que, según Salvador Coronado, docente y máster en restauración arquitectónica e investigador del grupo de Arquitectura Bioclimática de la Universidad Autónoma del Caribe, 'se convirtió en la esquina más privilegiada de Colombia y Sudamérica'.

Eduardo Pinzón piensa a sus 19 años que la Barranquilla suya, la misma que cumple hoy 204 años de haber sido elevada a villa, es insegura y no brinda las oportunidades que necesita para crecer.

Mientras que el economista Jairo Parada considera que la ciudad en los últimos años 'fue una tormenta perfecta'.

La Generación Y o millennials corresponde a los nacidos entre 1982 y el 2000, los nativos digitales que, en Barranquilla, por ejemplo, no conocieron el famoso torneo de la bola e’ trapo realizado en el barrio Boston.

Infraestructura

Ignacio Consuegra recuerda que hace unas décadas Barranquilla atravesó por un momento difícil. 'Los servicios públicos colapsaron y puede decirse que el comienzo del siglo XXI ha sido de expectativa y prosperidad'.

A partir de allí, considera, comienza Barranquilla a recuperar su institucionalidad, 'sobre todo en lo que tiene que ver con la prestación de servicios, el fortalecimiento empresarial y se convirtió en capital de ofertas'.

Estefanía no se hubiera encontrado con sus amigos en un centro comercial años atrás, como lo hizo Gerardo Medina, de 36 años, quien se reunía en el Paseo Bolívar con ‘el combo’.

La arquitectura, señala Coronado, 'ha permeado muchos puntos. Hablamos de las grandes bibliotecas, museos, hospitales, escuelas'.

'Las vías se han ampliado, muchos proyectos de desarrollo de vivienda. La reorganización del territorio ha sido muy interesante y beneficiosa. Las vías de comunicación han dado facilidad para la movilidad tanto peatonal', expresa.

Los recuerdos de las grandes veladas boxísticas o circos internacionales en el Coliseo Cubierto Humberto Perea que tiene Constanza Martínez, de 53 años, no serán los mismos de Eduardo. Él ahora tendrá un nuevo escenario, un Palacio del Combate.

Lo tangible para Barranquilla se convierte en el centro de la ciudad, destacando el desarrollo de una normativa para la protección de su patrimonio, por ejemplo, 'la idea de conservar la Estación Montoya y la Plaza de la Aduana, expandir esa cultura hacia su alrededor'.

Aunque para Consuegra hay un desorden urbanístico en el crecimiento de la ciudad, Coronado piensa que se ha tenido 'unos acelerados procesos de desarrollo'.

La revitalización del ámbito cultural en Barranquilla viene de un proceso 'que no es ajeno al deterioro social, político y económico que vivió la ciudad hace aproximadamente 35 años', como lo describe Cielo Támara, directora ejecutiva de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta.

Los Millenials, que son el 25 por ciento de la población mundial, ya no disfrutan en el Teatro Amira De la Rosa de las grandes obras con las que sí pudieron deleitarse sus padres. Pero sí cuentan ahora con espacios como Cine Club La Aduana y la Cinemateca del Caribe que anteriormente no existían.

Actualmente la cultura y sus diferentes manifestaciones atraviesan también por un momento 'especialmente dinámico que, lejos de ser una cuestión coyuntural, para fortuna de sus habitantes, da señales de estar convirtiéndose en todo un movimiento transformador', asegura Támara.

Para Consuegra podríamos afirmar que la ciudad 'ha asumido un liderazgo a nivel de la región como una ciudad que reclama la posibilidad de ser en el país la urbe que articula el contacto del país con el mundo'.

El arquitecto elogia el hecho de que en Barranquilla 'tengamos conciencia sobre qué estamos guardando para nuestras futuras generaciones: cultura, patrimonio, todo lo que terminará en la construcción de un nuevo ciudadano'.

El resurgimiento de los procesos culturales se dan fortalecidos 'para formar parte de otro proceso de crecimiento y desarrollo que han proyectado a Barranquilla como una de las ciudades de mayor desarrollo a nivel nacional', destaca Támara.

Un recorrido cultural como los trayectos de los buses por la Calle de Las Vacas, que hoy se ha cambiado por un transbordo del Sistema Transmetro en la carrera 46.

Cambios no solo en los nombres de las calles, sino en la forma de transportarse por la ciudad.

Sus deseos

Lo que caracteriza al joven Millennial es ser mucho más crítico y exigente, es tal vez por eso que todos coinciden en que desean para su Barranquilla, muchos de esos elementos a raíz de las historias de sus padres.

Esas historias incluyen el recorrido de los desfiles de Carnaval por la carrera 43 al que 'todo el mundo tenía acceso', como rememora Constanza. Además el juego de chequitas en el que 'la cuadra era una parte vital' según Gledy.

Al elegir entre la Barranquilla de antes, y la de ellos, todos respondieron que optaban por la que conocieron a través de anécdotas familiares. La razón de José Mario Moreno, es que 'antes era una ciudad segura', mientras que la de Estefanía fue que 'antes se tenía en cuenta lo tradicional. Ahora se han perdido las costumbres'.

Según el arquitecto Barranquilla siempre ha tenido un norte, 'es una ciudad que siempre va en desarrollo', ese desarrollo que de acuerdo con Parada 'ha llenado de esperanza a los inversionistas para que miren hacia acá'.

El deseo de todos los jóvenes es a futuro tener una ciudad de puertas abiertas y con buenas oportunidades. Por lo que su misión es seguir trabajando para que así sea y en la siguiente generación descubran una nueva Barranquilla, tal como lo hicieron ellos.

'Mi deseo en el cumpleaños de Barranquilla es que mejore el factor del empleo. Veo personas estudiadas que terminan subiéndose a los buses y no debe ser así', expresa Eduardo, quien además pide que la ciudad permanezca aseada.