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Desde el primero de enero hasta el 5 de abril de este año, 24 mujeres fueron asesinadas por sus compañeros sentimentales o exparejas en Colombia. Una cifra que involucra al Atlántico, como el departamento con mayor número de feminicidios en el país, al contar con ocho crímenes de este tipo, en lo corrido del año.

Las muertes de Nayis del Carmen Monterrosa, en el barrio Villa Estadio, en Soledad, y de Claudia Johana Rodríguez, quien fue tomada como rehén y asesinada el lunes pasado por su ex compañero sentimental en un centro comercial ubicado al norte de Bogotá, no solamente aumentó las cifras de feminicidio en el país, sino que también ha provocado que se enciendan las alarmas frente a estos casos de maltrato y violencia hacia la mujer.

A propósito de estas tragedias, expertos opinan sobre las causas, los efectos y el impacto de la celotipia en la estabilidad emocional y en la salud mental de las personas.

Edith Aristizábal, jefe de Salud Mental del departamento de Psicología de la Universidad del Norte, considera que la celotipia corresponde a un trastorno delirante en el cual la persona, sin tener fundamento alguno de la infidelidad de su pareja, tiene la certeza que la otra persona le es infiel y agrega 'es delirante porque es una certeza que no se apoya en hechos reales ni en pruebas. Se trata de un convencimiento propio, aunque la realidad muestre todo lo contrario'.

De acuerdo con Rommel Andrade, médico de la Universidad de Antioquia, no siempre la celotipia se refiere a un trastorno, puesto que a veces se puede presentar como un síntoma que antecede a una enfermedad mental mucho más grave. 'Los celos hacen parte del rango normal de emociones que puede presentar un ser humano cuando alguien se está interesado en alguna cosa o en alguien. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que los celos deben ser proporcionales a la situación que los desencadena. Cuando se pasan de los límites normales, significa que hay algo más que puede estar sucediendo', manifiesta.

Según Andrade, los celos, en su mayor severidad, se pueden convertir en parte de los síntomas de diversos tipos de enfermedades mentales como trastornos delirantes crónicos, la demencia frontotemporal, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y añade que 'a pesar de esto, es importante resaltar que los celos no necesariamente están enmarcados en un diagnóstico de este tipo y tampoco justifican los comportamientos violentos de una persona, ya que en ocasiones muchas de estas conductas disfuncionales pueden derivarse de una falta de control de impulsos y de una irregularidad en el manejo de las emociones'.

Bajo este orden de ideas, Aristizábal plantea tres tipos de celotipia: los celos delirantes, los celos obsesivos y los celos normales (ver recuadro).

En la sociedad

A pesar de que no existen estudios hasta la fecha donde se garantice cuál de los dos género se ve más afectado por la celotipia, Rommel Andrade considera que si se puede establecer que ciertas patologías mentales se presentan más en ciertas poblaciones. 'Por ejemplo, la falta de regularidad de impulsos está más asociada al género masculino, mientras que la falta de estabilidad emocional, al género femenino', aclara.

De acuerdo con el sociólogo Jair Vega, más allá de los celos, el problema de fondo se refiere a una situación que se remonta a la infancia de hombres y mujeres, donde es común la crianza de una cultura donde se inculcan ciertas concepciones relacionadas al amor y a la interacción de la pareja. 'Se ha creado la idea donde la mujer es propiedad del hombre y, por ende, este tendrá el derecho de tomar las decisiones por ella. Por su parte, a las mujeres desde niñas les venden la idea de que debe depender del hombre, ya que él es su media naranja. De este panorama se deriva el hecho de que un hombre se atreva a tomar la decisión de quitarle la vida a su pareja'.

Igualmente, Vega añade que es común presenciar que el concepto de machismo ha ido cambiando, pero que también ha encontrado la manera de reacomodarse a las innovaciones de la sociedad actual. 'Hoy en día se da el control por el teléfono celular, en las redes sociales, y las parejas se piden permanentemente sus claves de acceso de estas herramientas. Por lo general, todo comienza con algo muy elemental como un reclamo, hasta culminar en un feminicidio. Este crimen es comúnmente el cierre de varios episodios de agresiones verbales y físicas'.

Para Jair, la educación sexual es una de las alternativas más óptimas para volver a formar la manera de ser hombres y mujeres en la sociedad.

Un ejemplo de estos programas educativos es el diplomado en Empoderamiento Femenino y Masculinidad Consiente, de la Fundación Cedesocial de Barranquilla. 'Esta iniciativa nace en una fundación feminista que no busca estar en contra de los hombres, sino que trabaja por el goce de los derechos de los hombres y mujeres en equidad. Allí, se trabajarán temas como la autonomía política, física y económica de la mujer', afirma Carmen Mendivil, directora del Centro del Saber y la Investigación Sociocultural de esta institución.

Tipos de celotipia

1. Celos delirantes. Las personas que poseen este tipo de celos no se apoyan sobre evidencias, ni pruebas. La certeza del celotípico es una que no es acorde a la realidad y que hace parte de trastornos psicóticos. Es producto de una mente trastornada, donde el compañero sentimental podría llegar a correr peligro.

2. Celos obsesivos. Son los celos que están basados en dudas, temores y sospechas de una persona hacia su pareja. Sin embargo, en este caso la desconfianza parte de hechos que sí ocurrieron o, incluso, de las propias inseguridades internas de la persona.

3. Celos normales. Este tipo de celos es descrito como el malestar que un individuo siente cuando en la realidad su pareja le está siendo infiel. En esta situación la persona ve, descubre y es testigo de la infidelidad. También puede ocurrir que esta sea contada por su pareja. Es el dolor que siente la persona al ver a su pareja con otro compañero sentimental.