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En torno a la sexualidad y los días de Semana Santa han surgido muchos mitos. Uno de ellos es que el tener relaciones sexuales el Viernes Santo provoca que el hombre y la mujer 'queden pegados'.

Ante esto, el sexólogo José Manuel González dijo que no es cierto que 'los humanos no se quedan pegados' durante el acto sexual en esta conmemoración religiosa.

El médico Guillermo Simmonds también desestimó esta creencia y aseguró que 'es un mito para crear el respeto por no comer carne. Un decir del pueblo'.

González recordó otros mitos que surgen en torno a estos días Santos, entre los que se encuentran creer que si la mujer hace el amor en Semana Santa con la menstruación, la sangre se le va para la cabeza. 'Es mentira, no hay ningún día para que la sangre se vaya hacia la cabeza', aseveró.

El tercer mito es que si la persona se baña en el mar o río durante estos días corre riesgo de quedarse impotente o perder rigidez.

Alejarse de la carne

Todo lo anterior, según el sexólogo 'tiende a desestimular la actividad sexual durante la Semana Santa', lo que a su parecer no es adecuado 'porque creo que una persona que tiene tiempo libre debería compartir y dentro de eso también está la intimidad'.

Dagoberto Rhenals, párroco de la Catedral María Reina fue enfático en asegurar que son mitos, aunque indicó que la Semana Santa 'invita a alejarse de la carne y las cosas del mundo por entregarle a Dios un tiempo de oración y reflexión. Los miembros de la pareja deben permanecer en oración, que es lo ideal por la entrega de Jesús en la cruz'.

La explicación médica que da el doctor Simmonds es que cuando hay una relación sexual 'hay una vasodilatación, el pene se llena de sangre. Además en una mujer hay lubricación para que ocurra. No hay una evidencia científica que certifique lo de quedar pegados, y de serlo, podría ser en cualquier época'.

Sin embargo el doctor John Dean, médico de sexualidad en Reino Unido, explicó a la BBC que existe un fenómeno llamado penis captivus , que significa ‘pene atrapado’.

'Cuando el pene está dentro de la vagina se va hinchando gradualmente. Los músculos de la base pélvica de la mujer se contraen rítmicamente con el orgasmo. Mientras esos músculos se contraen, el pene se atasca y se hincha aún más', aseguró en la entrevista.

Pero dijo que, al poco tiempo, los músculos vaginales se relajan, el pene se descongestiona de sangre y allí el hombre puede retirarse.

González señaló que aunque el sexo es importante en una relación de pareja, lo más importante es el respeto. 'Si no hay respeto, no hay vida en pareja. Y en todas las religiones existe el respeto por el otro y por la pareja'.

Hay muchos mitos en las religiones en general con respecto a la sexualidad, y dijo que la cultura occidental 'es muy sexofóbica'.

'La sexualidad y la religión deberían llevarse bien. De hecho yo creo en la Biblia, y leo ahí que un día Dios no quiso que Adán estuviera solo, le sacó una costilla y nace Eva. Y nace con clítoris. Eso es algo curioso, ¿por qué nace a Eva con clítoris?', preguntó.

Es por ello que su posición se centra en que sexo y religión deberían tener una armonía. 'Son dos cosas que deben levarse bien para que las personas sean felices', precisó.