Compartir:

'Nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión', establece la barranquillera Grace María Polo González, planeadora de eventos y experta en protocolo, al referirse sobre la importancia del buen vestir.

Desde un glamuroso matrimonio en la playa, pasando por una importante reunión laboral, hasta una invitación a comer con los amigos, escoger las prendas adecuadas, en los materiales y diseños oportunos que vayan acorde con la ocasión, se puede convertir en un verdadero reto, si se desconocen las reglas comprendidas en los códigos de vestimenta establecidos por eventos sociales y laborales.

De acuerdo con la asesora de imagen Carolina Benedetti, la imagen personal funciona como una carta de presentación, donde es la vestimenta la encargada de desarrollar un papel fundamental que 'refleja gran parte nuestra personalidad y nuestro modo de relacionarnos con los demás, influyendo de este modo en las impresiones que causamos a las personas que nos rodean y, por ende, en la percepción que tenemos de nosotros mismos'.

Del mismo modo, para Benedetti, un buen atuendo puede aumentar las posibilidades de éxito para un hombre o una mujer, en la medida en que es una fuente de credibilidad que 'permite conocer los valores, fortalezas, expectativas e, incluso, el compromiso que quiere proyectar la persona con sus actividades laborales'.

Una afirmación en la que Grace Polo coincide al considerar que una persona bien arreglada y vestida con prendas en buen estado proyectará su estilo de vida y añade 'la ropa se convierte en un sistema de comunicación donde, sin tener la necesidad de pronunciar una sola palabra, expresamos lo que pensamos'.

El código de vestuario se comprende entonces como la clave para que usted evite equivocarse en la escogencia de su vestuario. Frente a esto, Benedetti explica que la experiencia de ir a comprar la ropa no debe ser agotadora y que, a pesar de que existan unas normativas frente a qué prendas debe usted vestir en ciertas ocasiones, 'no puede dejar de lado criterios como su gusto personal, la contextura y proporciones de su cuerpo, las tonalidades que combinan mejor con la pigmentación de su piel y el usar piezas que ayuden a acentuar los atributos de la persona y que ayuden a disimular algunos rasgos menos favorecedores'.

Bajo este orden de ideas, el diseñador Jon Sonen establece que el vestirse apropiadamente tiene tanta relevancia como los asuntos del cuidado personal. Por lo tanto, recomienda que es primordial prestar atención a cada detalle de las piezas y tener en cuenta que 'la figura masculina ha adquirido más conocimiento de la moda y ahora son tan ‘fashionistas’ que las mujeres, gracias a los avances tecnológicos que han permitido que el hombre se involucre más con estos temas'.

A raíz de ello, los expertos resaltan cuatro tipo de códigos de vestimenta que toda persona debe tener en cuenta a la hora de preparar su atuendo: etiqueta, cóctel, formal/laboral y casual.