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Faltando pocos días para que culmine el primer semestre del año, las vacaciones de esta temporada se convierten en una oportunidad perfecta de descanso y recreación. No obstante, actividades al aire libre, que se realizan frecuentemente durante esta época, como asistir en familia a la playa, pasar un día entretenedor en la piscina e, incluso, jugar un partido de fútbol en canchas descubiertas, se han convertido en la preocupación de especialistas de la piel, quienes constantemente alertan a sus pacientes sobre los efectos nocivos del daño solar.

Para Ximena Pinilla, dermatóloga adscrita a la clínica Portoazul, pese a que el sol se ha convertido en el gran aliado de la mayoría de actividades rutinarias del ser humano, resulta fundamental evitar el exceso y la sobreexposición a este, con el fin de prevenir lesiones a corto, mediano y largo plazo en la piel. 'Las más frecuentes son a corto plazo y se refieren a las quemaduras solares que son el resultado de largas jornadas de exposición al sol sin protección. A mediano plazo, se ve reflejado en el envejecimiento cutáneo, mediante machas y arrugas. Finalmente, a largo plazo, la manera en la que se evidencia este daño es a través del cáncer de piel', manifiesta.

De acuerdo a con la Organización Mundial de la Salud, el melanoma es el cáncer de piel que ocasiona el mayor número de muertes relacionado a esta enfermedad. Del mismo modo, el último reporte del Instituto Nacional de Cancerología, ‘Incidencia, mortalidad y prevalencia de cáncer en Colombia’, comprendido entre los años 2003 y 2007, señala que cada año surgen un total de 1.203 casos de esta patología en el país.

Además, el dermatólogo José Tovar Berardinelli afirma que el carcinoma basocelular y el espinocelular son los dos tumores más frecuentes en la piel, y añade que 'estos se pueden detectar cuando hay una lesión que no cura. Las afecciones normales suelen sanarse a las 2 o 3 semanas, pero cuando pasan 3 o 4 meses y la herida no cicatriza significa que es necesario investigarla'.

De la misma manera, el especialista agrega que el abuso de los rayos ultravioleta también tiene impacto, en menor medida, en la piel en la forma de melasmas, conocidas como las manchas cafés que suele aparecer en las mejillas, nariz y frente, y en el envejecimiento prematuro de este órgano. 'Este fenómeno se puede detectar al comparar la piel que suele estar cubierta con la que está normalmente expuesta. Zonas como las axilas y los glúteos por lo general están más humectadas, mientras que otras como los antebrazos se caracterizan por ser pieles secas y descamativas', afirma.

Igualmente, según Pinilla, hay enfermedades que pueden ser agravadas por el sol, como el lupus cutáneo, la rosácea, la dermatitis de fotocontacto, la fotoalergia y 'demás alergias que se desarrollan cuando los pacientes están tomando un medicamento, como ibuprofeno, antidepresivos y aspirina'.

Para prevenir estos diagnósticos, los expertos recomiendan el uso obligatorio de protección solar, con un filtro mínimo de 30, en todas las zonas del cuerpo que estén expuestas, incluso en días nublados o frente luces artificiales, tres veces al día. 'Así también, se debe recurrir a barreras de protección como sombreros anchos, sombrillas y camisas manga larga', explica Pinilla.

Por su parte, la endocrinóloga Amanda Páez argumenta que no se puede llegar al extremo de evitar el sol, ya que '15 minutos de este tipo de exposición es necesaria para activar la vitamina D en el cuerpo, preferiblemente temprano en la mañana, antes de 10 de la mañana y sin protección solar. Esta se transforma en una hormona con unos efectos beneficiosos para el metabolismo de los huesos, el corazón y el sistema inmunológico'.