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‘Kiara’, ‘China’, ‘Chiquita’, ‘Soacha’, ‘Randu’ y ‘Ringo’ son seis leones, todos de 9 años de edad, que se encuentran en un zoocriadero en la vía Santo Tomás-Polonuevo hace más de 23 meses, y que próximamente emprenderán un viaje de más de 2.769 kilómetros hasta la zona montañosa de Ajusco, en el extremo sudoeste de Ciudad de México, donde se encuentra el santuario de la fundación Black Jaguar White Tiger (Jaguar negro-Tigre blanco), 'la más famosa del mundo en rescate de animales', según la presentadora de noticias del entretenimiento Catalina Robayo.

Los felinos están en unas pequeñas y oxidadas jaulas, en este lugar del noroeste del departamento del Atlántico, porque en el 2015, dos años después de que fuera aprobada la Ley 1638 de 2013, la cual prohíbe la exhibición de animales silvestres, nativos o exóticos en circos, los dueños del Circo Americano, proveniente de Ecuador, los dejaron abandonados, junto con cuatro leones más –que fueron llevados a la hacienda ‘Nápoles’, en Puerto Triunfo, Antioquia–, debido a que se había agotado el plazo de dos años que daba la ley para que los espectáculos fueran adecuados sin estas especies. Tras denuncias de la comunidad, que informaba el mal estado de los animales, la Corporación Regional Autónoma (CRA) se puso al frente del caso.

Desde ese entonces, los animales son cuidados, alimentados y atendidos por personal de la CRA. En octubre de 2016, la ex señorita Colombia 2010, Catalina Robayo, por iniciativa de Eduardo Serio, fundador de Black Jaguar White Tiger, puso en marcha todo el proceso legal y logístico para cumplir con el traslado de estos seis animales hasta el País Azteca. 'Eduardo me dijo que le preocupaba mucho la situación de estos leones colombianos y que le ayudara a conseguir la forma de llevarlos a México', comenta Robayo.