La alta costura ofreció el miércoles en París un viaje en el tiempo: desde las bellas reinas medievales de Elie Saab hasta una tecnología puntera ideada por el japonés Yuima Nakazato para prendas adaptables a cada cuerpo.
Elegantes vestidos largos y entallados, con pedrería, plumas, bordados, y una diadema dorada para adornar un sedoso pelo largo y suelto: las ‘reinas guerreras’ de Elie Saab desfilaron con paso firme en la última jornada de la alta costura para el próximo otoño-invierno.
El diseñador libanés transportó al selecto público a un mundo en el que 'una alianza de mujeres audaces y heroicas derrotan a los reyes' varones, según escribió la firma.
Tul, terciopelo, seda, los tejidos más nobles se trabajan para confeccionar vestidos románticos, que se combinan con largas capas a juego y son susceptibles de ser llevados en cualquier alfombra roja, donde algunos aseguran que Elie Saab es el rey.
El diseñador japonés Yuima Nakazato miró en cambio al futuro, reivindicando una nueva y revolucionaria técnica digital que permitiría que las prendas se adaptaran a cada uno.
Presentó nueve diseños –incluidos varios vestidos de noche–, a modo de ejemplo de lo que podría ser posible.
'Podemos diseñar cualquier tipo y forma de prenda para que se adapte perfectamente a la persona que la lleva', dijo a la AFP este diseñador de 31 años, que trabajó con materiales clásicos, como el algodón y la lana.