Valledupar. 'Tengo claro que hay muchos cultores del vallenato que se merecerían esta distinción antes que yo. Eso me hace sentir extraño', dijo Carlos Vives a través de un video en las redes sociales en el que, además, expresa su alegría por el reconocimiento y manifiesta que su opinión sobre el folclor ha sido 'controversial'.
Esa extrañeza que manifiesta el intérprete de Clásicos de la Provincia, también la expresaron algunos seguidores de este folclor.
'Sin desconocer los méritos de Carlos Vives, quien puede ser homenajeado, no solo en un festival nacional, sino en uno internacional, es claro que hay otras personas con más pergamino que él para recibir este reconocimiento', considera el periodista Edilberto Castilla, quien además dice que 'Alfredo Gutiérrez o Jorge Oñate, por dar un ejemplo, tienen más trayectoria. Abrieron el camino que Vives utilizó como plataforma para ser lo que es ahora'.
Más que criticar al homenajeado, la intérprete de música vallenata Lucy Vidal pregunta: ¿cuál es el mensaje que envía la Fundación del Festival? El punto no es que si estamos de acuerdo o no con Carlos, es analizar ¿hacia dónde llevan la Fundación?
Por su parte, el abogado Evelio Daza asegura que 'no me extraña. A los dirigentes de esta Fundación lo que menos les importa es exaltar el folclor', y explica que 'folclor no es una expresión universal, no, el folclor hace parte de la diversidad sociocultural de un pueblo'.
Para Daza 'esa tesis que pretenden universalizar no es más que una cortina, porque detrás está el ánimo de lucro. Siempre se ha manejado así, con criterio comercial. Finalmente, el festival es privado, de ellos, y pueden hacerlo'.
A juicio de Daza, el rendimiento económico no puede ser el rasero para mirar quién se merece el homenaje o no, debe ser por el aporte que se haya hecho. 'Así que nada más injusto que ese veto que le tiene la Fundación a Alfredo Gutiérrez, el más grande acordeonero sobre la tierra, y ni que decir de una voz gigante como la de Jorge Oñate. Ellos reúnen méritos suficientes para hacerse merecedor de la exaltación, muy por encima de Vives', dice.
Entre tanto, Alfredo Gutiérrez, uno de los nombres que sonó para este reconocimiento, comenta que 'ellos son los dueños de la Fundación, es una entidad privada. Pueden hacerlo lo que les parezca, y finalmente, es su negocio, y tienen que defenderlo. Pueden llevar a un reguetonero si quieren, están en su derecho así vaya en contra de la filosofía del reglamento. El pueblo sabe que con esto se pierde la esencia. Aunque no sea yo el más indicado para decirlo'.
El gerente general de Radio Guatapurí, Andrés Molina Araujo, considera que de todos modos la elección, aunque le parece acertada, podría molestar a alguien. 'Vives tiene los méritos, aunque haya quienes piensen que hay otros con más méritos que él', pero revela que la fundación, que dirige su hermano, Rodolfo Molina Araujo, 'debió cortar por lo sano y no hacer homenaje a nadie'. Explica que 'si hay una lista de aspirantes, y todos merecen el homenaje, al que no se elija quedará inconforme, y eso da origen a estas controversias'. Andrés preferiría que 'se dejaran de hacer esos homenajes y se volviera a los festivales de antes'.
Frente a las posiciones que no están de acuerdo con la decisión tomada por la Fundación del Festival, el vicepresidente de ésta, Efraín ‘El Mono’ Quintero, soporta esta determinación. 'Después de los 50 años (el festival) tiene que proyectarse como una empresa cultural y esto requiere de un escenario mucho más amplio, de cosas mucho más universales'. Asegura que viene una reestructuración en la que no habrá más homenajeados, convirtiéndose Carlos Vives, según esta afirmación, en el último en recibir esta distinción. 'Ahora haremos un reconocimiento. Esto implica investigación más profunda, memorias del personaje, y no solo será del acordeonero, ni del juglar, sino de los gestores, de las personas que de una u otra forma han contribuido a la música vallenata, a la cultura vallenata. Se amplía el espectro, entran los medios de comunicación, los periodistas, investigadores. Todo el mundo, y eso es más aporte en relación con lo que hacemos con el homenaje, de éste no queda nada'.
Acerca del cuestionamiento de qué vieron en Vives que no vieron en los demás, Molina afirma que '¡más mundo, totalmente!' y completa 'la música no hay que mirarla con el perfil del juglar, tenemos que mirarla con un concepto universal, que podamos hacer del festival una empresa, no solo de la cultura vallenata, también de turismo, de gastronomía, de medioambiente. Tenemos que absorber los eventos alrededor de la música vallenata. Tenemos un diamante en bruto y no lo aprovechamos'.
Sobre el vallenato ortodoxo, indica que'lo conservaremos. Tiene un valor verraquísimo, estamos en la lista de espera de la Unesco, aún no somos patrimonio. Lo que tenemos que hacer es sembrar políticas para la música tradicional, pero en el viaje de universalizarla involucraremos lo ortodoxo también'.