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Las obras de construcción de la nueva sede del Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB) van tan adelantadas que la infraestructura, de 2.400 metros cuadrados, ya tiene forma. El edificio, que se empezó a construir en julio de 2015, será el nuevo cofre que guardará el arte, convertido en tesoro, de la ciudad.

Fueron $11.000 millones que se aprobaron para la construcción de la nueva sede, un aporte que ha hecho el Ministerio de Cultura, la Gobernación del Atlántico y empresas privadas, bajo la administración de Findeter.

El diseño arquitectónico, hecho por el barranquillero Giancarlo Mazzanti, será engalanado con el mural Cosas del aire, del maestro Alejandro Obregón. El más grande pintado por el artista colombo-español, en 1970, en el antiguo Banco Ganadero, ubicado en la calle San Blas. Esta obra fue entregada al Museo en 2008 por el presidente del BBVA Colombia, Óscar Cabrera Izquierdo.

María Eugenia Castro, directora del Museo de Arte Moderno, señaló que 'podemos apreciar la forma en la construcción de la nueva sede porque ya están poniendo las paredes. Esperamos que en dos meses estén todas las paredes terminadas para entrar a hacer los pisos y los acabados. Queremos terminar ese cerramiento pronto para empezar el proceso de postura del mural de Obregón'.

Actualmente, la obra del pintor está guardada en una casa aledaña al Parque Cultural del Caribe. 'Son ocho placas las que conforman el mural. Están colgadas de unos rieles que se hicieron especialmente para su cuidado', indica Castro.

La postura y restauración de esta obra de arte tardará cuatro meses aproximadamente, según indica la directora del MAMB, pues quitarlo del antiguo Banco Ganadero tomó alrededor de seis meses.

Señala además que la construcción ha avanzado en un 40% y que se espera que para julio, antes de que empiecen los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, esté terminada.

'Lo último que vamos a hacer es el auditorio. En estos momentos tenemos el dinero suficiente para hacer lo que llevamos hasta ahora porque está financiado prácticamente todo. Nos quedarían faltando unas aulas de clases, un restaurante y el auditorio. Pero eso se podría hacer posteriormente', dice Castro.

‘El apartamento de arte moderno’

El Museo lleva unos 10 años ubicado en un edificio amarillo en la carrera 56 con 72 donde antes funcionaban unas oficinas. No tiene la apariencia propia de los museos con fachadas características y ambientes tenues, por eso era llamado por algunos estudiantes como 'el apartamento de arte moderno'.

Castro comenta que hacer este cambio le da 'toda la nostalgia del mundo', pero Barranquilla se merece un edificio como este.

En el nuevo museo no se van a presentar problemas de espacios, como los que se vivían con frecuencia en la sede actual. 'Los problemas que tenemos aquí –refiriéndose al lugar donde aún funciona– es que no hay suficiente terreno para hacer los eventos. Debíamos meter 40 personas en un salón, más las obras de arte y eso es casi un sacrilegio', afirma.

En la nueva sede habrá espacios destinados a ser depósitos de obras. 'Seguiremos con nuestras exposiciones itinerantes pero van a encontrar siempre parte de la colección del museo. Tendremos diferentes curadurías basadas en la colección permanente como la de Conceptos y palabras, que son todas las obras conceptuales que tienen palabras incluidas, o exposición de solo mujeres. Seguiremos poniendo a dialogar un cuadro con otro para hacer unas lindas exposiciones. Hay muchas expectativas en este nuevo museo. Ya debemos estar donde nos corresponde', concluye.