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Sus 60 años haciendo magia no permitieron que el dolor desapareciera. Los 87 años de vida tampoco fueron el acceso a los servicios de salud que necesitaba. El mago Borletti murió el sábado en Montería, luego de esperar atención en Ciénaga (Magdalena) y Barranquilla.

A causa de una infección intestinal fue internado Máximo Alfredo Hernández, nombre de pila del artista. 'Por la no atención oportuna tuvo muchas complicaciones. Debieron someterlo al coma inducido del cual nunca salió. Hasta que murió de un paro cardiorrespiratorio', contó Luis Gabriel Hernández, hijo del mago fallecido y conocido como Borletti Jr. en diálogo con EL HERALDO.

El hijo manifestó que inicialmente su padre fue a Ciénaga a que lo atendieran, luego a Barranquilla, y por último a Montería.

'En Montería fue donde lo atendieron, lo trataron muy bien en la clínica Evaluamos. En Ciénaga lo vio primero un médico y le dijo que se tomara unas pastillas que costaban $140.000. Se compraron, pero el dolor continuó', dijo.

El mago llegó al hospital San Cristóbal en Ciénaga, donde duró 'dos días sin atención'. Su hijo sostuvo que a Hernández 'le estaban buscando un traslado a Santa Marta, Barranquilla o Valledupar, donde primero avisaran que había una cama y pudieran atenderlo porque en Ciénaga no había médicos adecuados para su problema. Un traslado que nunca existió'.

A mediados de junio Borletti pasó viernes y sábado esperando atención en Ciénaga. 'El domingo a las 9 de la mañana su hija y familiares, que viven en Barranquilla, tomaron la decisión de llevarlo hasta allá', explicó su hijo. Todo esto basados en que pensaban que lo atenderían 'en cualquier parte', porque 'dicen que a los adultos mayores tienen la obligación de atenderlos'.

TRASLADO A BARRANQUILLA

Ana Mercedes Díaz-Granados, sobrina del mago, recibió en Barranquilla al artista y a su hija.

'Él estuvo primero en el Hospital Universitario Cari. Ahí lo miraron a la fuerza y dijeron que no lo podían atender. Y para darle entrada pedían $500.000'.

Aseguró que luego de revisarlo 'dijeron que eso era con ecografía y ellos no podían hacer nada porque no tenían los elementos'.

Un par de horas después la familia llevó a Hernández al Hospital Niño Jesús. 'Me dijeron que era del Estado y ahí podían. Una doctora lo vio y le dijo que ellos no tenían ecografía y no podían atenderlo', explicó su sobrina.

Su hijo Luis Gabriel, que vive en Montería, pidió que lo llevaran a esa ciudad para buscar 'una mejor atención médica'.

'Al ver que estaba mal y que empezó a vomitar algo verde, tomé la decisión de llevarlo a Montería', indicó.

A las 12 de la noche de ese domingo el mago Borletti salió por carretera para Montería.

'Se empeoró cuando llegó a Barranquilla. Él vino mal de Ciénaga y se fue más grave. Estuvo como una bomba de tiempo', afirmó su sobrina. 'Vivimos como quien dice el paseo de la muerte'.

LLEGADA A MONTERÍA

Luis Gabriel dijo que cuando su papá llegó a la clínica en la capital de Córdoba 'le pusieron enseguida una sonda por la nariz. Empezaron a hacerle estudios y nos preguntaron por qué no le habían hecho esto anteriormente. Me comentaron que era una negligencia médica lo que había pasado'.

Para él las cosas pudieron tener un rumbo diferente de haber recibido la atención necesaria desde el primer momento.

'Si lo hubieran atendido como en Montería tal vez la cosa hubiera sido diferente', señaló.

Agregó que su papá estuvo esperando algo que nunca llegó: una ambulancia.

'Nunca hubo una ambulancia o cama. Lo tenían ahí, sentado, esperando a ver cuándo lo atendían. Le decían ‘espere, ya lo atendemos’. Nosotros tomamos la decisión de sacarlo bajo nuestra responsabilidad y hacer algo'.

Borletti pasó 28 días hospitalizado en Montería, 21 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos.

RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES

Ante este hecho, el subsecretario de Asesoría y Asistencia en Seguridad Social del Atlántico, Hernando Viloria, señaló que hubo fallas en el procedimiento a la hora de traerlo a Barranquilla.

'Si él hubiera venido de Ciénaga por un procedimiento normal, se hubiera trasladado en una ambulancia y el hospital o la clínica debía recibirlo con lo que requería'.

Para él fue 'desacertado' haber acudido a esos dos centros hospitalarios en la ciudad. 'El Cari es un hospital de tercer nivel de complejidad que no atiende urgencias y el Niño Jesús es uno maternoinfantil', explicó.

'Él no tenía ningún problema en la atención para el pago porque quien debía pagar los servicios era el departamento del Magdalena. Nadie queda desatendido en Colombia porque no tenga EPS'.

El funcionario añade que posiblemente a la familia del mago 'le faltó orientación'. 'Pudieron llevarlo a la Reina Catalina, Portoazul, Prevenir, que sí tienen servicio de urgencias', puntualizó.