Chester Bennington, el cantante de la banda número uno del hard rock, Linkin Park, murió en un aparente caso de suicidio, dijo ayer la oficina forense. Tenía 41 años.
Las autoridades de Los Ángeles fueron alertadas poco después de las 9:00 de la mañana (hora de California) sobre su muerte en su residencia y 'se la maneja como un posible suicidio', dijo Brian Elias, jefe de operaciones de la oficina forense del condado.
'Horrorizado y con el corazón roto, pero es verdad', escribió en Twitter el guitarrista y principal compositor de Linkin Park, Mike Shinoda.
Bennington se había animado en años recientes a hablar de su problemática infancia en Arizona. Dijo que había sufrido durante largo tiempo abusos sexuales por parte de un amigo de la familia y se inclinó por el alcohol y las drogas después de que sus padres se divorciaran cuando él tenía 11 años.
Encauzó su ira en la música con una voz gruñona que debe mucho al heavy metal. Pero Linkin Park se transformó en una de las fuerzas más destacadas de la ola del llamado nu metal, que incorporó estructuras pop y hip-hop.
Bennington mantenía una amistad con Chris Cornell, vocalista de Soundgarden y Audioslave, que también fue encontrado muerto en mayo pasado.
Linkin Park tenía previsto iniciar una gira la semana próxima, que iba a incluir actuaciones en el estadio de béisbol Citi Field de Nueva York.
Linkin Park ha ganado dos Grammy y vendido 68 millones de discos. Bennington fue el segundo vocalista del grupo; antes cantó en Dead By Sunrise. El 22 de junio estuvo en concierto en Madrid, y el pasado 3 de julio, en Londres.
Minutos después de que se conociera la noticia de la muerte de Chester Bennington, la agrupación lanzó en YouTube el videoclip de su más reciente sencillo titulado ‘Talking To Myself’.