'Me tomó 19 años amar a este cuerpo', asegura con vehemencia María Jiménez Pacífico, la top model colombiana de tallas grandes que hoy conquista las pasarelas del noreste de Europa.
'En Colombia ser gorda es un pecado, no era una niña aceptada porque tenía una talla diferente', recuerda Jiménez al relatar el bullying que vivió en Plato, Magdalena, durante su infancia. Paradójicamente, fue esa ‘talla diferente’ la que le abrió las puertas en el difícil mundo de la moda, y hoy es común verla desfilando para reconocidas marcas como Zara, Dorothy Perkins y Lindex, entre muchas otras.
'Cuando llegué a Islandia me encontré con una sociedad incluyente, atrás quedó la historia de esa niña insegura que era relegada por ser gorda, hoy no le tengo miedo a esa palabra. Cuando vencí el bullying me convertí en una mujer indestructible, un día me dije ‘esto es lo que soy’, desde ese momento cambié, empecé a amarme y a celebrar mis diferencias', contó.
Su apretada agenda se distribuye entre Holanda, Islandia e Italia. El gran paso en el modelaje lo dio cuando fue descubierta por el fotógrafo oficial del Concurso Miss Islandia, Arnold Björnsson, quien impactado por su belleza latina, ojos rasgados de mirada profunda, labios carnosos, pómulos fuertes y en especial su figura curvilínea, le recomendó, tras hacerle unas fotografías, llevar su nuevo portafolio profesional a la agencia más importante de ese país, Eskimo Models.
En tan solo tres días la llamaron y sus contratos superaban los de las modelos de medidas 90, 60,90, por la cantidad de eventos que requerían tallas XXL en un mercado apenas incipiente y que penetró en Europa con paso firme. Nude Magazine significó otro empujón en su carrera, y le catapultó como modelo plus size cuando posó para un artículo que hablaba de la belleza de mujeres con curvas.
Aunque su rutina se rige por el agitado mundo de la moda, más allá de maquillaje, peinados y sesiones de fotos, María Jiménez se enfrentó a los estereotipos y a los cánones establecidos de belleza. 'No promovemos la obesidad, promovemos el amor propio y autoestima', dice enfáticamente Jiménez cuando se indaga sobre la discusión que existe acerca del estilo de vida saludable y el modelaje. 'Es importante hacer ejercicio y comer sano. Buscamos que la mujer se cuide pero que se ame como es, y no se esconda o se castigue, asimismo el mercado nos vende una idea de que la delgadez extrema es la verdadera belleza y esto tiene como resultado que las niñas se obsesionen y se enfermen por no ser lo que la sociedad exige', manifestó.
María Jiménez Pacífico se declara activista en una lucha contra el matoneo, buscando que exista un mundo más inclusivo hacia personas de tallas grandes. La batalla más dura es contra la misma industria de la moda europea, en la que casas de alta costura como Gucci permanecen inmutables en la decisión de contratar solo mujeres delgadas.
'Es una lucha que hay que dar, desde ya se evidencia un cambio de mentalidad y esto ya es un gran avance', expresó Jiménez con rostro sonriente y actitud determinada. Hoy, esta mujer de 26 años se siente conforme con lo que ve en el espejo y dice ser feliz consigo misma. Lo que vivió en su infancia fue una catarsis para empezar de nuevo con mayor entusiasmo, tenacidad y fortaleza renovada. 'Se trata de la actitud que se le ponga a la vida, uno puede lograr todo lo que se proponga. La mujer es bella siempre, solo debe revestirse de seguridad', concluyó.